SM y yo tenemos agenda conjunta en la red. Para nosotros,
imprescindible. Hay quien me ha mirado con cara de "estatíaesunaparanoicadelcontrol" cuando se lo he contado y reconozco que
sin explicación previa puede parecerlo. Pero me gustaría saber
como se enfrentaría la gente a una agenda con cambios constantes en
la que el, yo y otro tercero tenemos que ponernos de acuerdo a
velocidades considerables y con la misma precisión que en
la NASA.
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Con todo y con ello, a veces se nos estrellan los cohetes. Estaba yo ayer en la
sala de espera de la fisio, toda dispuesta a relajarme en la única cita
mensual que tengo con ella ahora mismo, cuando suena el teléfono. En teoría los chicos llevaban
una hora en casa, recogidos por su padre y hasta casi cenados, si me descuido.
SM: Oye, ¿le has dicho tu a Frau P. que vaya a recoger a los niños?
SW: Nooo, quedaste en que le llamabas tu el fin de semana...
SM: No; me dijiste que habías llamado ya tú...
Silencio patidifuso... Nos hemos entendido mal...
SM:
¿Dónde estas? Me acaban de llamar del colegio, que cierran y están todavía
ahí. He movilizado a la vecina para que vaya a buscarlos, pero alguien tiene
que recogerlos cuanto antes...
Debacle: yo estaba como quien dice, a punto de tumbarme en la camilla y él en
una reunión importante de la que tuvo que salir cabalgando porque
llegaba antes que yo. Los dos nos sentíamos como una mierda de padres
(sobre todo porque en circunstancias normales lo hubiéramos hablado
la noche anterior y nos hubiéramos dado cuenta, pero es que nos habíamos peleado
y nos habíamos dejado de hablar... por estas cosas es la comunicacion en
pareja importante). La consulta de la fisio no me sirvió de
mucho. Supongo que la mala conciencia crispa los músculos. Y eso que la
pobre me confesó que a ella también le había pasado alguna
vez lo mismo (con lo que consiguió ahuyentar mis visiones de los
servicios sociales acudiendo a casa para inspeccionarnos...).
Yo que estaba escribiendo un post sobre otros niños perdidos, de
repente me encuentro conque los que me he dejado en cualquier lado son mis propios hijos... Seguro que lo tienen que haber pasado fatal, que los pobres se han sentido rechazados, perdidos, abandonados...
¿Y la opinión de los verdaderos protagonistas de este post? Cuando llegue a casa me los encontré tan
panchos, comiendo yogur con miel y sin trauma ninguno...
SB: Ha sido guuuuaaayyy, hemos sido los últimos de toooodo el
colegio...
SW: Pero ¿no estábais ni un poquito preocupados de que le hubiera pasado algo a
papá...?
SG (así con un tono muy despreocupado, como si de repente cayese en la cuenta de algo): Qué va, la que parecía preocupada era Frau K.
Todavía nos queda disculparnos con la pobre Frau K. Y
si las profes de mis hijos ya me echaban en cara sutilmente que pasan
demasiadas horas en el colegio, creo que para la próxima reunión de
padres me va a tocar disfrazarme de algo, acepto sugerencias.
No me vuelvo a pelear con mi marido, las consecuencias son demasiado horribles.