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Sigo instalada en los "taitantos" y los abuelos siguen a hacer puñetas de aqui... Pero al menos el marido parece haber sentado el trasero, duermo algo por las noches y mi carrera laboral empieza a parecerse a algo. Lo que sigue siendo interesante es mi red de apoyo variopinta, internacional y virtual y las aventuras de la Superfamilia espero... Pasa y acomodate.

miércoles, diciembre 31, 2008

Un buen día

Dedicado a Superman (¡gracias!), porque su historia para este cuento era mejor que la mía...



La noticia se extendió como una llama por un reguero de pólvora, pasando de radio en radio: "A todas las unidades, necesitamos una escolta para el autobús 75... Una señora se ha puesto de parto en el autobús y hay que acompañarlo hasta el hospital".

La respuesta fue masiva: poco a poco una larga fila de coches patrulla se formó tras el autobús. Los motoristas se iban colocando delante, con sus luces y sirenas, guiando la comitiva. El resto de los vehículos que se cruzaban con ellos y los viandantes, miraban con asombro y acaso con un punto de prevención, aquella extraña e inexplicable caravana.

Pero aquella noche, todos los policías de la ciudad, pudieron sentarse en la cabecera de la cama de sus hijos y contarles cómo había sido el día en el trabajo.

FELIZ AÑO NUEVO

domingo, diciembre 28, 2008

Sensación de déjà vu

¿Por qué tengo la impresión de que la entrada que iba a escribir hoy ya la he escrito en algún momento?

Entre ésto y la bonita estampa navideña que nos han mandado desde el Medio Oriente, es que no me sale una entrada entrañable (como dice el Rey en su discurso) hoy.



El mundo se ha vuelto loco. Voy a ver si sigo abusando de los embutidos de mis Superpadres, morir de un ataque de colesterol este año parece mejor idea que nunca.

miércoles, diciembre 24, 2008

¿Por qué soy como el grinch que odia la Navidad?

Me he dado cuenta últimamente de que en todas las discusiones que me meto termino siendo un nudo de contradicciones. A la gente le suele extrañar que me guste el sistema pero que despotrique de como está funcionando en la actualidad... no sé si lo único aceptable es la rebeldía total o si simplemente, cansada, fastidiada y poco lúcida, como me encuentro en la actualidad, me resulta mucho más difícil explicar mi ya de por sí complicada actitud ante el mundo.

Por una parte estas fiestas son la única oportunidad anual que tenemos en muchas ocasiones de ver a familia y amigos que dejamos atrás en el afán de volar por el mundo. Y eso me gusta, sinceramente no puedo dejar de desear que lleguen estas fechas para poder volver a encontrarme con un sistema de referencia querido y conocido...



Por otra parte soy consciente de que estas fiestas se han convertido en aquello que nunca debieron ser. Leía el otro día la entrada de Rachel (que está pasando las Navidades en Inglaterra pero trabaja de comadrona en Malawi) en "Birthing a Dream" y el fragmento que os traduzco me ponía los pelos de punta, porque es exactamente lo que siento cuando llegan estas fiestas... y desgraciadamente siempre he pertenecido a una sóla de estas realidades. Y me gustaría siempre que no se convirtiera en derroche desenfrenado...

Después de hacer una pequeña excursión al centro comercial cerca de casa, me encuentro afectada por toda suerte de sentimientos confusos y emociones y no puedo dejar de pensar en mi vida en Lilongwe tan diferente, tan lejos de lo que estoy viendo y viviendo estas pocas semanas. Miro a la gente que se apresura a mi alrededor realizando sus compras de Navidad y que parece ignorar por completo lo que ocurre en Malawi a mis mujeres y bebés pobres. Quiero gritar y chillarles que dejen de gastar su dinero en trivialidades, ¿qué importancia tienen? No se dan cuenta de que a pocas horas en avión la gente está sufriendo, está hambrienta, no tienen nada, no hay regalos, no hay chocolate, no hay almohada donde apoyar la cabeza, ni zapatos para ponerse en los pies. Diferentes países, diferentes realidades.


Me gustaría poder salirme del círculo vicioso, pero no lo hago. Ayer estuve en un centro comercial, comprando libros para los más peques de la casa (esa es mi pequeña rebeldía, siempre seré la tía que regala juguete puramente educativo). Sentía esa misma sensación de estar metida en medio de una locura y no saber como escapar.

Y a pesar de eso, me gusta la Navidad: las risas de mis hijos, la familia entera reunida (en mi caso, la que queda sentada en la mesa, bien avenida), los olores, las tradiciones...

Feliz Supernavidad a todos, aunque sea un poco contradictoria...

miércoles, diciembre 17, 2008

Hemos ganado una batalla, pero ojo con la guerra...

Y me parece a destacar que la batalla ganada sea porque muchos eurodiputados han votado siguiendo su conciencia y saltándose la disciplina de partido... es una de las cosas que me parece más nefasta de la democracia tal y como la conocemos los españoles, las listas cerradas...

Pero ojo, que en 90 días, se vuelve a discutir y votar... Seguro que encuentran algún agujero por donde meternosla. Porque hasta ayer mismo, esta noticia se había olvidado por completo.



Y sólo nos faltaba que los pesados estos del teléfono tuvieran 65 horas semanales de trabajo... (La ilustración es de Cathy Willcox, tomada del Sydney Morning Herald)

viernes, diciembre 12, 2008

Amiga invisible

Pero que maravilla, como has acertado...



Por cierto, este es el paquete que tenía en Correos... la funcionaria no movió ni una ceja al ver el justificante que usaron los Supernenes para sus trabajos manuales.

miércoles, diciembre 10, 2008

¿Con qué cara...



voy yo hoy a Correos a recoger hoy este certificado?

sábado, diciembre 06, 2008

Masoca sí, suicida no

Soy muy mala enferma. Creo que por eso pocas veces me pongo seriamente enferma... no, no me refiero a esos pequeños achaques como la alergia, la tos y los mocos que fastidian un poco, pero al fin y al cabo ocurren en las mejores familias. Me refiero a que tengo que verme prácticamente a las puertas del delirio para echar el freno y guardar cama (y aún así, me cuesta). Y a Superman le cuesta todavía más, menos mal que él es casi inmune a los virus (en diez años que vivimos juntos sólo le he conocido tres bajas laborales y una de ellas ha sido por mala postura). Yo he caído un poco más a menudo, pero puede que tenga sus razones lógicas. Y los Supernenes lo mismo. Hace cinco años que campan por casa... toses y mocos están a la orden del día, pero lo peor que hemos pasado ha sido la varicela y una única vez, ha habido que darle antibiótico al pequeño.

Creo que existe algo más que una relación de causa y efecto entre el hecho de que los malos enfermos nos enfermemos menos. En parte, está el ámbito temperamental y genético: solemos venir de una familia de tan malos enfermos como nosotros (yo he visto a mi Supermadre intentar salir de casa con 39 de fiebre mientras mi Superpadre la detenía en el recibidor, poniéndola de loca para arriba... creedme, esas son cosas que no se olvidan); aprendemos desde pequeñitos a desdeñar todo tipo de pastillitas y remedios milagrosos: primero las cosas se curan con paciencia y hierbitas. Y si así no funciona, aspirina... Si va a más, pues siempre hay tiempo de buscar un médico; y por supuesto, no hay dolor... el dolor empieza en el punto en que uno no puede abrir el botiquín para encontrar la aspirina. Hasta entonces es un poco de malestar, soportable e incluso necesario para que el cuerpo se curta en esas lides (y eso os lo digo yo, pequeños, que puedo presumir toda chula de haber parido un niño sin epi, cosa que a los hombres les suele dejar blancos y a las mujeres las divide entre la envidia y el "tonta-que-eres-por-no-usarla"... que no deja de ser otra forma solapada de envidia).



Cuando eres de mi plumaje, prefieres no visitar al médico. Porque a no ser que tu médico te conozca, cada visita al médico es evitar el caer en la tentación. Porque muchos no son así, pero siempre está aquel que te dice eso de: "Mira, no te veo nada, pero te voy a mandar unas pastillitas para x, que te lo veo y" (siendo "x" normalmente la tensión, el colésterol o cualquier otro problema menor e "y" alto, descompensado, bajo... o cualquier otro palabro que suene suficientemente amenazador). Normalmente me niego con buenas palabras y con la promesa de intentar compensarlo todo primero a través de la dieta mediterránea y el ejercicio. Tengo eso sí, como os he dicho, mi dosis de remedios blandos que sé que funcionan para los casos desesperados: paracetamol, ibuprofeno y un par de remedios herbales encontrados en la farmacopéa alemana y que valen su peso en platino. Pero me va bien con esos pequeños remedios.

Pero por supuesto, soy masoca, pero no suicida. Por eso me repatéa que siempre los médicos me comenten lo de tener que tomar antibiótico como quién convence a un niño de cinco años de la necesidad de comerse el brócoli para aprovechar las vitaminas que tiene. Sé perfectamente lo que implican unas placas de pus en la garganta (por cierto, no os lo había contado, los casi 40 grados del otro día eran anginas). Una infección con bacterias. Y a las bacterias sólo se las mata con un ciclo de antibiótico. Completo. Porque si no lo completas pasan las cosas que pasan después.

Pero sobre todo, como os decía antes, creo en el poder preventivo de la risa... Las cuatro o cinco infecciones fuertes que ha conocido este cuerpo desde que me fuí de casa de mis Superpadres, siempre han coincidido con periódos de estrés laboral inmoderado y una sensación de frustración y autoestima baja hasta los suelos a costa de algún tema pendiente. La baja que le he conocido a Superman, coincide en el patrón (generalmente he de decir que él, es más feliz que yo... los motivos me los callo).

Supergirl ha venido a regañarme por no estar debidamente tumbada, descansando. Es lo peor de tener tres enfermeros, que siempre hay uno que te pilla haciendo lo que no debes. El primer post recuperada, será glorioso.


PS: Menos mal que puse al principio del post que SM era "casi" invulnerable a los microbios... porque ha caído esta mañana él también... A ver, que salga el gracioso que nos ha puesto la kryptonita en el fregadero...

miércoles, diciembre 03, 2008

39.5

No recuerdo haber tenido tanta fiebre en toda mi vida...

miércoles, noviembre 26, 2008

Si no puedes con el enemigo, rieté sobre él


M.C.: Shhh, son las dos de la mañana. ¿Por qué los niños siempre se ponen enfermos a las dos de la mañana.
M.C.: Calvin, lo más seguro, tan sólo ha comido demasiado postre. Si va a hacer que me levante a estas horas, mejor que esté verdaderamente enfermo.
C: Barffff (ruido de vómito)
M.C.(mirando al cielo): ¡No lo decía en serio!
P.C.: Cariño, contrólate, estoy tratando de dormir

Bill Waterson




Pues siento horrores no poder atormentaros con mis rollos habituales, pero corren malos vientos por la Supercasa. Al próximo virus que amenace con entrar entre estas santas paredes, creo que voy a salir yo por la puerta... En fin, tiempo habrá de desquitarse y poneros todas las entradas que tengo a medias, cuando tenga tiempo, energía, ganas...

jueves, noviembre 20, 2008

Pornografía infantil ¡NOOOOOO!



Soy una persona creo que muy tolerante. No comparto las opiniones y pareceres de mucha gente, pero aún así, daría mi vida porque tengan la libertad para expresarse... pero me parece que todo tiene un límite y para mí está en todo aquello que hace daño irreparable a una tercera persona. Malo, si se daña a un adulto, pero hacerle daño a un niño es la descripción perfecta de la palabra "canalla".

Pornografía e infantil son términos que nunca deberían de haber acabado juntos, canallas...

A vosotros que habéis entrado aquí buscando angels, adolescentes, preteens o lolitas, sólo deciros que sois BASURA... no soy católica pero sois de las pocas personas que justificarían la existencia de un infierno. Espero que nunca os acerquéis ni un pelo a ninguno de los dos Supernenes, porque es una de las pocas cosas que creo que me llevaría al borde de la locura. A los demás, duro con ellos, espero que podamos acabar pronto con esta plaga.

domingo, noviembre 16, 2008

Políticamente incorrecta

Me llega a través de una de las Superwoman más valiente que conozco el vídeo de publicidad para un telemaratón muy popular en Sudamérica, llamado el Teletón. Al parecer, el anuncio que sigue ha sido retirado de la parrilla televisiva. Mi amiga me cuenta que al parecer se ha armado un gran revuelo y el anuncio resulta "sensiblero" y "de mal gusto". A lo mejor alguna de las compañeras que nos leen desde el otro lado del charco (y alguna hay porque lo veo en los puntitos de colores del mapa) nos puede ampliar el tema, yo os dejo el anuncio para que lo juzguéis vosotros mismos:



A pesar de que no soy muy fan del formato de recaudar fondos de esta manera (es un poco como lo que me ocurre con la Navidad; los días de paz y buena voluntad tendrían que ser todo el año), a mí el anuncio me parece precioso. No refleja ni más, ni menos que una realidad durísima, la que viven las familias que tienen un discapacitado entre sus componentes. Pero para mí que la refleja de forma hermosa, centrándose en aquello mejor que tienen esas familias (o al menos, lo que yo he visto en los casos que conozco): un amor incondicional entre sus miembros.

Comentando el anuncio ayer entre varias amigas, ninguna conseguía encontrarle la sensiblería o el mal gusto... Vuelve el azote de lo políticamente correcto. Nos estamos volviendo tan tiranos con el tema de no ofendernos a nosotros mismos, que creo que en el día de mañana puede que nos encontremos conque los cuentos de este muchacho (descubierto a través de un comentario en el blog de Regina Ex-Libris) dejan de ser descritos como una sátira y pasan a ser tomados en serio...

Yo, sintiendolo mucho, me declaro políticamente incorrecta. Blancanieves, para mí, irá siempre unida a la figura de los siete enanitos... y por favor, que los hombres de tamaño reducido que pueda haber entre el público, no se lo tomen a mal.

jueves, noviembre 13, 2008

Remembrance Day (+2)

Pues recupero el tema que iba a comentar anteayer y que se quedó en el tintero después de un breve pero intenso encuentro con el Sr. Bogart.

El 11 de Noviembre se celebra en los países de origen anglosajón el "Remembrance Day" o "Veterans Day". Te despiertas una mañana y aquello amanece como el día de la banderita en España, pero en lugar de pegatinas de la Cruz Roja, unas señoras bastante vetustas, te ponen amapolas rojas en la solapa a cambio de una pequeña donación económica.



Durante los cuatro años que viví en Irlanda nadie de mi generación supo darme cuenta del significado completo de esta fiesta. Sí, por supuesto, todos sabían que era un recuerdo a los soldados que valerosamente habían dado su inocencia o sus vidas en la guerra, pero la gran mayoría por ejemplo, creían que se debía principalmente al efecto de la II Guerra Mundial. En realidad, Remembrance Day se celebra desde el fin de la I y el 11 de Noviembre conmemora la firma del Armisticio que puso fin a aquella locura.

Pero una cosa que admiro secretamente, yo que creo que no tengo Patria, ni bandera (o que al menos no les doy mayor importancia que la que les confiere la distancia que me separa de ellas) es ese orgullo patrio que encontraba en casi todas las respuestas cuando preguntaba sobre el tema. Un orgullo comunitario que creo que nunca he logrado detectar dentro de mi propio país.

martes, noviembre 11, 2008

Iba a hablar de otra cosa...

... pero salgo del glob de Manuel con una tonadilla en la cabeza...



Aunque no la puedo tararear como es debido (estoy afónica), estoy disfrutando enormemente.

Edito para poner que visitando Ciudadano Cojo he cambiado por completo de ritmo... pero el buen rollo continúa intacto.

lunes, noviembre 10, 2008

Vade retro

Llevo un fin de tarde que ni preparado aposta. Creía que los Supernenes, después del día que llevamos en que no hemos parado en casa (SG tiene conjuntivitis y he decidido sacar pronto de la guarde a SB para poder encontrarnos con unos amigos que cambiaban de tren en nuestra ciudad por unas horas) no iban a tener ánimos ni para levantar la cena, pero me han organizado tal desastre en los cinco minutos en que le daba el punto final a la cena (SG sacando toda la ropa de sus muñecas y SB completando la faena que nos hizo hace bien poco y atascando el otro baño con papel higiénico, ésta vez sólo uno, que sus padres también algo hemos aprendido).

Total, que a la vez que servía los platos en la mesa me he encontrado interpretando el papel del coro entero en una tragedia griega: llorando, escupiendo, maldiciendo, soltando incoherencias amenazantes y con una actitud barriobajera que es la que luego mis hijos copian cuando deciden ponerse chulos (porque mi rama social y encantadora les impresiona mucho menos... se ve que he nacido para ser bruja). Los ánimos han estado bastante excitados hasta que he decidido que era mejor respirar hondo y calmarnos todos. Así he conseguido que terminaran de cenar y meterles en la cama.

Pero cuando me disponía a leer el blog de Enrique Ortíz para relajarme un poquillo y olvidarme del mundanal ruido cuando de repente una voz como de ultratumba suelta a mi alrededor: "maaaamiiii, maaaamiii". Os juro que he estado a punto de desmayarme, no por el mensaje que lo escucho unas cuarenta mil veces al día, sino por lo logradita que estaba la vocecilla de marrás. He tardado un poco en darme cuenta de que era una de estas pantallitas de publicidad que saltan como pop-ups en el fondo de la pantalla... pero para entonces ya estaba a punto de ponérseme todo negro.

Esto me pasa por ver según qué películas...




Después de ponerle el mensaje correspondiente a Enrique, he tenido que ir a la cocina a ponerme un copazo de oporto para que se me subieran los ánimos y no sé si seré capaz de irme solita a la cama sin SM que todavía no ha llegado... lo peor del asunto es que los dos presuntos bellos durmientes sí que han escuchado la vocecita de marrás y ahora andan muertos de la risa imitándola... vamos, que para fantasmas, ya tengo a dos adorables y pequeños.

viernes, noviembre 07, 2008

Impresiones de un puente en territorio "Wessi"

* Cuando tienes menos de diez años, desayunar fuera de casa es una aventura...

 


* Si Marx levantara la cabeza...

 

(Boutique Marx)

* España se escribe con ñ... y ya se han enterado hasta en el extranjero

 


* No me importa que vaya a tardar cincuenta minutos en salir, de aquí no me muevo...

 

martes, noviembre 04, 2008

Quedar como una reina

De pequeña tenía siempre problemas con los profesores de lengua y literatura por lo mucho que me gusta el refranero... Sí, ya sé que en una época era considerado propio de un nivel vulgar de la lengua (hoy en día creo que es todo lo contrario, pocos niños de diez años sabrían explicarte qué cosa es el gallo de Morón y a qué viene que ande sin plumas y cacareando) pero también creo que encierran un saber popular que no se encuentra en los libros.



La frase "quedar como un rey" (o su correspondiente equivalente en femenino) indica precisamente una de las condiciones pacta la monarquía para garantizar su existencia: la monarquía tiene que estar por encima de todo... o al menos parecer que lo está. Ya me gustaría a mí ver a los Reyes o a los Príncipes apoyando abiertamente ciertas causas que me parecen fundamentales a nivel nacional y mundial... pero sé que no pueden hacerlo porque son embajadores de alto nivel.

No se trata de negarle la libertad de expresión a nadie. Se trata de que las Casas Reales se colocan voluntariamente en una posición en que es necesario "quedar como Reyes". Y para eso, nada mejor que callar si no se tiene nada bueno que decir.

jueves, octubre 30, 2008

Pequeños monos

Pues de vuelta de la boda, con el corazón más allá que acá, la ropa entre la lavadora, la plancha y la maleta (nos vamos mañana otra vez, que aquí es puente) y muy pocas ganas de hacer nada, como Miriam G, (a la que mando muchos recuerdos y espero que se le pase pronto el reposo bloggero), actualizo sólo para contar un par de anécdotas muy buena de los Supernenes estos días, dado que es la entrada número 100 y me apetece hacerla en el mes 10...


Supergirl y el acentazo de su madre

Conversación a dos bandas con SG ante su amiga del alma en la guardería.
SW: Hija, dile adiós a tu amiga del alma que no la ves hasta la semana que viene, que nos vamos a Madrid.
SG: Madriz, mamá
SW: ¿Cómo?
SG: MadriZZZ mamá, que se dice Madriz.
SW: No hija, es Madrid, con "d".
SG: Pues tú siempre lo dices así...

Qué sonrojo, "ej que" no había "notao" "pa nada" que se me va el acento con los niños... trataremos de arreglarlo.

Superboy y el National Geographic

Mi peque creo que se está destetando (muy lentamente, porque las costumbres entrañables tardan bastante en morir). Como está en edad de ello, sigo la política de no ofrecerle nada y tampoco negarselo cuando lo pide. Pero se ve que con el cachondeo de la madre patria (o el que se trae su madre en su patria natal, que no es lo mismo) le han distraído lo suficiente para olvidarse por completo del tema durante un par de días... ya pensaba que estábamos consiguiendo un destete natural, cuando en un intento porque no vean tanto dibujo animado (ya os digo que se vuelven yonkis de la tele en casa de los abuelos), pongo un documental de la 2. Y sale una familia de macacos, con las crías en pleno proceso de destete... y el otro que lo ve y ve como aquellos monitos intentan robar de cuando en cuando una última chupada a sus madres...

SB: Mami, ¿sabes? Yo mono grande, ya no teta...
SW (emocionada como una gallina clueca): Sí hijo, qué bieeeeeen.

Pasan diez segundos de silencio tenso...

SB: Mami, yo mono pequeño...

Aquella noche volvimos a las andadas y creo que en enero cumpliré cinco años ininterrumpidos dando teta, pero la culpa la tengo yo, por no dejar a los niños el Boomerang todo el rato. Ahí sólo salen biberones.



Después de contar esta anécdota y ver este vídeo, especialmente el final, igual Supergirl tenía más razón que yo, cuando discutíamos hace un año sobre el tema...

domingo, octubre 26, 2008

Los días del fin del mundo

He de reconocer que tras leer el comentario del amigo Manuel en la última entrada, lo primero que hice fue releerme lo que había escrito, por si resulta que el lapsus era freudiano y en realidad había escrito yo eso...

Porque siempre que voy a volar, entro casi sin saberlo en ese estado de ánimo que acompaña a los días del fin del mundo y me dejo de preocupar por la moral, el buen gusto y el qué dirán las vecinas: devoro como si el colesterol no existiera, abro esas botellas de vino que dejamos cerradas para mejor ocasión, me permito a mí misma lujos que en los días normales no me permitiría, bailo y canto hasta a la luz del flexo, entro en tal estado de desenfreno que cuando el vigilante de seguridad del aeropuerto me pregunta que si llevo algo de metal, casi le enseño las meninges al levantarme la camiseta (sí, la anécdota desgraciadamente es real; todavía me estoy preguntando si al final sí que va a tener que ver la cosa con algo de exhibicionismo... eso sí, dado que con semejante show conseguimos colar una garrafa de agua de los Supernenes porque yo entré en tal crisis de verguenza que ni me acordé de sacarla del equipaje para bebernosla, me guardo el truco para mi próxima reencarnación como técnica de estraperlo y contrabando)... y resulta todo una gozada, porque de repente me siento viva, muy viva, tan sólo por ser consciente de estarlo.



Todo para que cuando el avión se eleva en el aire, Superman, con aire de cachondeo, me canturreé al oído aquello de: "¿ves como yo tenía razón?". Y yo satisfecha de estar ya volando y camino de las vacaciones soñadas, me pida un refresco y piense para mis adentros, que el día que no tenga él razón, tampoco voy a tener tiempo para recriminárselo.

La imagen se llama "El aterrizaje" y está sacada del blog de Santiago Verdugo.

martes, octubre 21, 2008

Hoy me he dado el lujazo...

... de dormir a mis Superniños cantando...





Son canciones que a mí me llenan de nostalgia, pero de la buena, de la que te arranca una sonrisa y una lágrima de emoción... A ellos no parece importarles que cante mucho peor que los originales. Y supongo que va a ser la única oportunidad que van a tener de conocer estas canciones.

lunes, octubre 20, 2008

No es exhibicionismo



La semana pasada esta discretísima foto de Angelina Jolie dando de mamar a uno de sus dos gemelos estuvo en boca de muchos. Pero digamos que la entrada que ha llamado más la atención en mi entorno es ésta del periódico "El Mundo" en que califican el dar el pecho a un niño en público como "tabú" (¿no había otra palabra más fuerte a mano?). La elección del término no me parece nada inocente: los tabú son cosas sórdidas como el sexo individual o en grupo (y eso cada vez menos), el incesto o la pedofilia... Más no creo que dar de mamar en público se acerque ni un poco al tipo de implicaciones que me vienen a la cabeza cuando escucho semejante palabra.

En los "taitantos" años que tengo se ha ido avanzando mucho, socialmente hablando, en todos los campos... pero tengo la impresión de que la imagen pública de la maternidad se ha ido deteriorando en paralelo. Antes era normal dar el pecho a los niños en plena calle. Como se puede comprobar por la misma foto del reportaje de Jolie, salvo que te quedes mirando directamente (y entonces el delito es tuyo), no se ve nada. Ahora las mujeres nos hemos ganado el derecho de llevar las dos tetas al aire en cualquier playa, pero sin embargo usar esos mismos apendices para lo que no deja de ser su función primaria, causa revuelo.

He llegado a leer quien califica el tema de las tetadas reivindicativas como exhibicionismo... Teniendo en cuenta que sólo un 20% de las madres españolas llegan a dar los seis meses de lactancia materna (y no todas en exclusiva), creo que necesitamos según que tipo de "zoológicos" para no llegar a ser animales en vías de extinción. Porque el ejemplo es el mejor aprendizaje... no dejo de recordar esos veranos en el pueblo, cuando mi Supermadre o mi Supertía se sentaban en el porche al fresco, a dar de mamar a los bebés más pequeños de la familia. Hoy en día me he encontrado niños, casi en edad escolar, en la guardería de mi hija que no saben lo que es la leche materna y creen que los bebés se crían con biberón.

Vayan todos mis respetos y mi comprensión, para aquellas madres que porque tienen más pudor o porque sus hijos son un manojo de nervios, prefieren realizar esta labor en un sitio tranquilo. Yo tuve la desgracia (o la suerte, uno nunca lo sabe bien) de tener un primer postparto malo, en el cuál no me pude mover de casa durante un mes... Supergirl y yo tuvimos tranquilidad hasta saciarnos en aquel periodo y tras él, necesitábamos una dosis de todo lo contrario: de movimiento, color y vida. Del mes a los tres meses de mi Supernena, también tuve que adaptar y montar una nueva vida, como el que monta un armario sueco y eso tampoco se puede hacer entre las cuatro paredes de una casa. Acarreando a mi hija y con su dosis de comida siempre preparada y a punto debajo de una camiseta de lactancia me pasé esos tres meses en movimiento. Para llevar un tipo de vida así, es necesario sacarte el pecho donde caiga.

Porque pocos ruidos conozco más inquietantes que el llanto de un bebé de pocos meses con hambre. Y francamente, el uso de los pulmones de los dos Supernenes ha sido siempre bastante más llamativo que mi delantera.

viernes, octubre 17, 2008

El día de ayer (contado con más gracia)

Después de escribirle un correo electrónico a mi amiga la guerrillera (gracias, guapa), me he dado cuenta de que en realidad ayer me equivoqué con el mensaje que quería escribir, que en realidad, tenía que habermelo tomado de la siguiente manera...

03:00 => Amanece una cama de los Supernenes mojada. Me levanto, la cambio entera y me vuelvo a dormir dejando a los dos un poco desvelados.
03:30 => Ataque de tos y mocos del Supernene contrario... le escucho venir arrastrándose por el pasillo (sin calcetines, por supuesto).
03:35 => Abrimos un hueco en la cama para que el Supernene se suba y duerma con nosotros.
04:00 => Tengo una pesadilla extrañísima y no me puedo dormir. Escucho toser altenativamente a los dos Supernenes. Desisto de volver a dormir y me levanto de la cama.
04:03 => Enciendo el ordenador... por supuesto, a estas horas tan intempestivas, decide ponerse a instalar actualizaciones.
04:05 => Leo el correo y como no puedo ponerme ni una triste taza de tila (mañana tengo una prueba en el médico temprano y me han dicho que no tome nada más que agua seis horas antes) me dedico a matar bichos un rato.
04:30 => Escribo una entrada en el blog.
05:03 => Las actualizaciones deciden autoinstalarse y el ordenador, que parece más sensato que yo, se apaga... decido que es momento de volver a la cama e intentar dormir.
06:00 => El despertador me desvela en medio de otra pesadilla surrealista. En mi cabeza escucho aquello de: "Hoy no me puedo levantar..." con musiquilla y todo.
06:30 => Superboy se despierta y reclama que quiere teta. Tose como un condenado y yo decido que nada de ir a la guarde, que al médico. Empezamos a organizar el tema para compaginar nuestras agendas, las de los niños y las de las visitas al médico...
07:15 => Salgo disparada para el médico. El pediatra se ha tomado la mañana libre.
08:00 => Vuelvo del médico y Superman se lleva a Supergirl a la guardería.
08:05-14:30 => Voy organizando lo que puedo mientras Superboy me boicotea activa y pasivamente. Le dejo unas pinturas para pintar a mi lado. A los dos minutos le pillo dibujando en la puerta y confisco la caja de pinturas. No puedo sacarle a dar una vuelta porque hace un día de perros. Comemos y le tumbo en la cama para dormir la siesta.
14:35 => Recojo a Supergirl y salimos disparados para la consulta del médico.
17:05 => Seguimos en la consulta, yo tengo los nervios rotos, me duele todo el cuerpo y además una madre acaba de regañar de mala manera a Superboy, porque según ella "ha pegado a su hijo y le lleva pegando todo el rato" (teniendo en cuenta que yo no les he perdido de vista, me extraña... lo que sí ha hecho un par de veces es quitarle juguetes, pero caray, es un niño de dos años, le he dicho que eso no se hace). En ese momento, le vuelve a tirar una pelota de goma al otro niño a la cabeza y la mujer vuelve a quejarse... le contesto que el niño tiene dos años y lo que pretende es jugar con otro niño que ve que tiene su edad, pero que le mantendré alejado... por fortuna en ese momento nos llaman de la consulta.
17:30 => Los niños están bien y es sólo un catarro, pero Superman llama que para quedarse mañana un rato en casa con el niño, tiene que salir hoy más tarde, que me apañe con ellos para cenar.
18:00 => Llego a casa y descubro que Superboy consiguió esconder una pintura de estraperlo antes de que se las confiscase y me ha decorado toda la casa en plan rupestre.
18:15 => Mi ordenador ha "perdido" todos los caracteres especiales del teclado... no funcionan ni en español, ni en alemán. Me caguenlamadrequeparioaBillGates.
18:30 => En un intento de tranquilizarme, les voy a leer un cuento que sacamos anteayer de la biblioteca... y descubro que Superboy también ha empleado sus armas con él y dos páginas están cubiertas de pintura de arriba a abajo...
18:35 => Me pego una panzada a llorar de esas legendarias... hasta Supergirl viene a preguntarme qué me pasa, me abraza y me consuela (tengo una niña en casa que no me la merezco)... Curiosamente, después me siento mucho mejor, decido apagar el móvil y el ordenador y dedicarme a los niños en plan anti-estrés.
20:30 => Después de preparar la cena juntos, ver un capítulo de Pocoyo y ponernos el pijama juntos, les meto a los dos en la cama.
20:35 => Superman llega a casa y por supuesto, los Supernenes montan una fiesta al respecto.
20:40 => Cenamos y hablamos y para continuar con el tratamiento anti-estrés, mi supermarido me planta este video de una serie web sobre unos frikis como nosotros que hace que me parta de la risa (después de escucharlo dos veces, eso sí, el nivel de inglés necesario es muy alto, pero gracias a Selvas, hemos conseguido el enlace con subtítulos en español)... Celeste, si lees esto, no dejes de intentar ver el vídeo.



21:00 => Me voy a la cama, pero Superman, que está hoy en estado de gracia, me vuelve a hacer reír otro ratito antes (el problema de la conversación es que es graciosa, pero irreproducible si queremos mantener estas páginas abiertas para todos los públicos).

Esta noche, como hemos dormido mejor, me resulta mucho más fácil el mandar según que cosas, incluida a servidora, al cuerno. Al fin y al cabo este diario no es más que una respuesta terapeútica a la tentación de tomarme la vida, o a mí misma, demasiado en serio.

jueves, octubre 16, 2008

Lo quiero todo

Hace poco una amiga mía me psicoanalizaba a base de bien, como sólo pueden hacerlo los amigos de verdad. El tema, el de siempre, ¿por qué me siento tan mal en esta situación de espera, cuando en principio mis perspectivas son muy buenas en comparación con las del resto del personal? Soy una privilegiada dentro de las privilegiadas, ya que en el momento presente, probablemente podría dejar para siempre de trabajar (y sobrevivir dignamente, eso sí, sin yate privado como los grandes ejecutivos). Pero el caso es que no quiero, lo quiero todo...



A las horas que son y con muy poca lucidez en el cuerpo me planteo como voy a volver a combinar las pelotas en equilibrio el día que encuentre el trabajo. Creo que el que la tos de fondo de Superboy acompañe estos pensamientos no ayuda a relajarme. Lo cierto es que quiero sacar tantas cosas adelante y todas tan bien, que llega un momento en que parezco más un cable eléctrico que una persona.

Creía que las mujeres éramos las únicas que perdían el sueño por estos temas, pero Superman me ha confesado de mañanita temprano que a él también le ocurre. Pero me da la impresión de que él se lo toma mejor. Así que me temo que si yo estoy a estas horas aporreando las teclas del ordenador en lugar de teniendo pesadillas en las que siempre llego tarde a todos lados y Superman está en la cama intentando descansar, tiene que ver con ese problemilla de autoestima que hace siglos que vengo arrastrando... no me veo capaz de nada, si no soy capaz de todo. Pero no quiero aburriros con ello, ese es un asunto de momento entre mi estima y yo.

Las cosas no están tan mal como parecen... hace ya tiempo que he pasado por según que tipo de "renuncias". Pero aunque tarde más tiempo en terminarlo y publicarlo, no pienso cambiar la hora a la que empiezo a escribir este mensaje... porque es una hora criminal. Y curiosamente estoy aquí, dandole vueltas a la cabeza a lo que me dijo mi amiga y a la situación que me rodea.

lunes, octubre 13, 2008

De James Bond a Superwoman, un corto viaje musical

El otro día escuchando la radio saltó una canción que en principio no conocía, aunque la voz sí que me resultó inconfundible (qué pena que de esta mujer no se hable más a menudo por su talento natural):



El caso es que fue escuchar este tema y pensar que ese y no otro, es el sonido que se espera de una película Bond. Porque en las dos últimas pelis de James Bond le han dado un buen repaso al personaje, que para mi gusto ya lo iba necesitando, pero creo que el sonido es algo que no deberían de haber tocado, que en su afán de modernizarlo, se han cargado un poco el inconfundible tonillo que acompañaba a nuestro buen 007:



Y buscando, buscando entre los videos de esta otra mujer para poneros el anterior, me encuentro que nos ha dedicado una canción, que mona:



Así que ale, dedicada a todas y todos vosotros, que hacéis posible este diario estando al otro lado. Y a todas las Supermujeres que conozco, que se ponen día a día ese chaleco con la S en el pecho y hacen maravillas al respecto.

viernes, octubre 10, 2008

Futuras crisis



Cariño mío,
tenemos que hablar. La situación ya está que no se sostiene. Somos como dos extraños poblando la misma habitación de hotel, no nos vemos, no coincidimos... Y si fuera sólo por mí, pues bueno, ya hemos pasado tiempos peores, pero los niños... los niños no se merecen esto. Creo que el mayor todavía se acuerda de tí, pero para el pequeño, creo que papá es la foto que sale en la pantalla del ordenador cuando lo enciendo.

Sí, ya se que no es culpa nuestra. Hay ciertas situaciones de la vida en que no es fácil buscar culpables. Pero desde que te hicieron firmar el contrato por las 65 horas semanales, no te hemos visto por casa. Sales antes de que nosotros nos pongamos en pie y vuelves cuando hace rato que estamos dormidos. Y cuando me despierto por la noche para cambiarle el pañal al niño, no tengo corazón para sacarte del sueño, que sé que necesitas también y poder hablar...

El problema es que mi jefe me ha insinuado hoy también que cuando vuelva de la baja maternal, probablemente tenga que firmar voluntariamente esas 65 horas yo también, que si no, me atenga a las consecuencias... Y no sé qué vamos a hacer con los niños, tantas horas en la guardería es ilegal tenerles. Pagar a una persona para que los cuide podría ser la solución, pero en principio hay que hacer cuentas para ver si nos salen... y si no nos salen, tendré que pensar por donde me meto yo, porque ya sabes que con treinta años ya empiezas a ser demasiado mayor para las empresas... y mandarles con tus padres o los míos no me parece normal. Por más vueltas que le doy no le veo salida, claro, que ya me lo ha dicho el jefe, la culpa es mía, por permitirme el lujo de tener hijos...

Despiertame antes de irte mañana porque no nos queda otra que decidir rápido qué hacemos. Tienes las croquetas en el horno y si te quedas con hambre, hay restos de cocido del sábado en el congelador.

PS: Nuestro calendario parece que también ha notado los efectos de la crisis... el lunes que viene ha desaparecido:




Gracias Marsu, por la foto del calendario.

jueves, octubre 09, 2008

Otra oportunidad perdida...

Hoy han otorgado el Premio Nobel de Literatura...

Para mi gusto, hay un autor de literatura castellana que se merece el premio por una obra intensa, cargada de buena prosa y emoción... nunca he dejado de sentir la emoción que acompaña a los personajes en todas y cada una de las obras que he leído de su pluma...



En fin, una oportunidad perdida de homenajearle, maestro. Quede este pequeño homenaje como mínimo consuelo.

La foto la tomé prestada de la página del Instituto Cervantes.

lunes, octubre 06, 2008

My parents are freaks!!!

No, no los míos... Me refiero a lo que pueden llegar a deducir los Supernenes de nosotros cuando sobrepasen los siete años (que no se porqué, pero se considera la edad de la razón).

Comencemos por el principio. Alguna vez os he contado que en la Superfamilia no tenemos más que un oscuro secreto. Somos padres sanos, comemos y hacemos comer a nuestros retoños panes y pastas integrales, pescado y verdura. La televisión salió de nuestra casa en el día en que nosotros entramos en ella (hubo un momento en que aquello fue considerado algo raro, pero hoy en día ya no lo es tanto), no tenemos video consola, ni pensamos dejar caer a los Supernenes en la tentación de tenerla (aunque somos conscientes de que la lucha con los abuelos va a ser muy encarnizada y ya hemos empezado a orientarles subliminalmente hacia la Wii, que por lo menos les hará menearse). Vamos, que somos raros, raritos pero hasta ahora todas esas rarezas son todas "buenas" como dice mi Supermadre... ¿cuál es pues nuestro oscuro secreto, ese que va a marcar a nuestros hijos por los siglos de los siglos?: somos los dos, cada uno a su modo, unos frikis.

Superman y yo nos conocimos, aparte de intentando desentrañar los misterios de la vida y del gato de Schroedinger, pegándonos contra un montón de orcos, dragones, arpías, esfinges y otros villanos de la misma categoría, armados sólo con un puñado de dados (eso sí, de muchas formas y colores diferentes):



Somos probablemente de la primera o segunda generación de roleros que vió España y eso no ayuda para nada a que te miren con buenos ojos. Superman, que ha sido siempre Máster (y no de Universidad, ni del Universo precisamente) y miembro de la asociación de rol de la Facultad, tuvo que mantener la cabeza un poco agachadita durante un reparto de las becas Erasmus porque el tema en aquellos momentos no estaba muy bien visto.

Bien mirado, es incluso una ventaja el pertenecer a una comunidad de raritos cuando eres un adolescente. Ayuda a enfrentarte a según qué debates cuando eres más mayor con una cierta relajación mental. Por más que insistas en el tema de que el rol es un ejercicio mental apasionante, una especie de teatro en vivo en el que tú eres a la vez que actor, co-guionista de tu personaje y que la mayoría de las personas que jugaban conmigo y muchos que siguen jugando son ahora padres de familia estupendos sin ningún tipo de traba mental, siempre hay alguien que te vuelve sobre el tema de los cuatro pirados que eligieron retratar su locura jugando a eso. No hay caso, yo creo que soy normal pero siempre me vuelven al argumento de que para hacer cierto tipo de cosas hay que estar un poco pirado... Por supuesto con estos argumentos, el debate aburre. Ni qué decir tiene que a mí lo que me pone es matar orcos, no personas...

Pero sí que me interesa la mente de los asesinos, los hechos que acompañan al crímen, los llamados "crímenes reales". Superman se refiere a mi pequeña afición particular como "la vena morbosa" y viene desde que aprendí a leer y pillaba por banda "El Caso" que compraba mi Superabuela todas las semanas. Creo que todos los niños han pasado por esa fase en que quieren ser artistas o astronautas. Yo, con catorce años, quería ser forense, mucho antes de que aparecieran en pantalla las glamurosas chavalas del CSI.



Pero como en España para eso, en aquel entonces había que estudiar Medicina y no podía soportar la idea de enfrentarme a un paciente vivo, la idea pasó a donde van esas cosas que nunca harás en tu vida... con el tiempo he tenido la oportunidad de trabajar como "forense" en una fábrica (me traían las pruebas y un producto muerto y con eso, tenía que encontrar al culpable) y he de decir que es el trabajo en el que más he disfrutado en toda mi vida. El día en que en la UNED oferten la Criminología como opción, seré la primera en apuntarme, aunque sea abuela.

Y la cosa no acaba aquí... Superman es un fan del GTA, una serie de juegos de ordenador en la que interpretas a un personaje de los bajos fondos que roba, mata, machaca y extorsiona con todo tipo de accesorios, algo así como la Barbie, pero a lo bruto:



Muchas veces hemos jugado esta saga delante de los Supernenes (digo jugamos porque él lleva los mandos, pero yo plancho al lado y me ocupo de la estrategia), aunque por supuesto, evitamos las partes más escabrosas. Para Supergirl hubo incluso un tiempo en que el GTA era el "coche pum-pum", en alusión a la frecuencia con que los coches estallaban en pedazos en el juego.

Y no sé qué será de los Supernenes, que normalmente van a tender a rebelarse contra todo aquello que hemos hecho sus padres cuando éramos jóvenes... ¿me encontraré en un futuro siendo madre de dos personas convencionales hasta el absurdo? Cuando veo a Supergirl esconder la cabeza bajo mi ala aterrada cuando ve una película de Walt Disney a veces lo pienso... pero luego esa misma dulce niña aparece a mi lado a veces en plena matanza de "Sacred" y jalea... "mátalos, mami, mátalos".



Un día le pregunté que como teniendo miedo hasta de su sombra, aquello no le parecía aterrador y me miró a los ojos con esa actitud que tiene a veces cuando se da cuenta de algo que yo todavía no he comprendido: "mamá... es sólo un juego". Ella parece que ha entendido aquello que muchos mayores no terminan de comprender.

Las fotos son todas de Wikipedia o de las páginas web originales de los juegos

martes, septiembre 30, 2008

Tolerando la frustración

Gracias a Armandillo en "bebés y más" llego a un vídeo del que había oído algo, pero que aún no había visto. Estoy segura de que alguno de vosotros conoce ya a la persona que ocupa mi entrada de hoy (ha sido tremendamente popular en USA en los últimos dos años), pero por si acaso alguno aún no ha escuchado hablar de él, creo que merece la pena que se presente él mismo, nadie puede hacerlo mejor:



Increíble, ¿no? Ya estoy llorando como una Magdalena (como aquella chica del jurado de Paul Potts, otra de esas historias edificantes de la que os vuelvo a poner el link porque sé que al ser vacaciones, sé que muchos de vosotros os lo perdísteis y es también una historia bonita).

Pero volviendo a Randy Pausch, una de las cosas que más me llama la atención de todo este video (que es un extracto de una clase magistral de más de una hora que Randy Pausch dió en la Universidad de Carnegie Mellon: el enlace está en inglés pero a poco que lo entendáis, os recomiendo la conferencia entera o que busquéis una traducción al español) es su actitud ante lo que yo entiendo como una de las mayores frustraciones que te puede traer la vida. Salvo la idea de perder un hijo, creo que nada me resultaría tan horrible como tener que dejar a los míos tan pequeños, con tantas cosas por hacer. Y por lo que me llama la atención es porque siempre estoy escuchando que no hay que darle a los niños todo lo que piden, que hay que imponerles muchas cosas, que hay que educarles de manera estricta, que tienen que aprender a superar la frustración, que las privaciones forjan el carácter... y este hombre parece hablar de todo lo contrario: de una infancia feliz, de unos padres que le permiten pintar en las paredes de su cuarto, que mantienen una relación de gran cariño con él (si algún día, Supergirl o Superboy pueden hablar sobre mí como habla Randy sobre sus padres, eso es que he conseguido mi objetivo principal en la vida).

No, no estoy sosteniendo que haya que tener con los niños una actitud de permisividad absoluta, pero tampoco creo que una infancia en un ambiente cuartelario consiga por sí misma el efecto deseado. Creo que los niños, día a día, tienen muchas oportunidades de sentirse frustrados: primero, no les entendemos e intentamos dormirles cuando lloran porque tienen el pañal sucio; después comprenden que no pueden tener nieve en pleno verano, o no pueden salir a la calle a dos grados bajo cero y sin chaqueta en pleno invierno; tienen que irse a la cama, ir al colegio, prácticamente vivir al ritmo que les marcan sus padres; con el tiempo irán a la escuela y descubrirán que no son los mejores del mundo en futbol o baloncesto, que no podrán ser estrellas de cine o de la canción, que no son los más inteligentes; un día sus padres o sus abuelos morirán... me parece que no es necesario añadir eslabones artificiales a esta cadena de frustraciones.

Randy Pausch murió víctima del cáncer en julio de 2008. Creo que su mujer y sus hijos tuvieron la suerte de tener una persona así, un ejemplo cercano de entereza a su lado. Y la técnica moderna les presentará la imagen de su padre, cuando puedan comprender exactamente todo lo que implica lo que dice... no suplirá su ausencia, pero al menos es algo.

En cuanto a mí, sigo aprendiendo día a día a tolerar mis frustraciones. Cada vez que me entren las tentaciones de ser Eeyeore, que es lo que soy por temperamento natural, creo que voy a volver a ver este vídeo.

viernes, septiembre 26, 2008

Mi felicidad

Sí, soy feliz, soy feliz pero no estoy ciega... sé que hay mucho en juego para ser completamente feliz... pero aún así, soy feliz.

lunes, septiembre 22, 2008

¿Cómo funciona eso del método científico?

Quería contaros un par de cosas que tienen que ver con aquello en lo que supuestamente soy una especialista (y digo supuestamente porque el conocimiento también se oxida con la falta de uso). Pero me he dado cuenta de que tengo que empezar a un nivel más básico: tengo que empezar por comentar cómo se entiende el hacer ciencia hoy en día... y de paso, os hablo de uno de mis grandes amores (científicos, eso sí): Carl Sagan.

Sagan es un astrónomo que ejerció como tal a finales del siglo pasado (ay, qué mayor me siento cada vez que oigo eso del siglo pasado). Seguramente, la mayoría de las personas de mi generación le recuerden por ésto:



Cosmos es la serie responsable, así tirando por lo bajo, de un 50% de las vocaciones de las carreras de ciencias puras (física, química y matemáticas) de los años noventa. Si alguno se la perdió entonces por ser demasiado jóven, que aproveche ahora (y que no me lo cuente, me empieza a dar envidia la gente más jóven que yo).

Sagan era un tipo que siempre creyó en aquello que yo creo: que la cultura científica es más fácil de adquirir de lo que parece y que simplificando un poco los conceptos, todo el mundo puede tener la patena suficiente para desenvolverse en esta sociedad tecnológica en que nos ha tocado vivir. Desde jóven destacó por intentar hacer llegar a los ciudadanos de a pie todo lo que sabía. Sus libros de divulgación científica son una delicia (un extracto aparece esta semana en un post de Historias de la Ciencia)... y en ellos se habla mucho del método científico, que no deja de ser una manera particular de detección de la realidad. De hecho es una de las razones por las que las empresas pagan bien por una persona con una carrera de ciencias puras: se supone que estamos entrenados para pensar.

¿Suena rimbombante? En realidad es sencillísimo. Supongamos que tengo una teoría: una teoría no es más que una idea, que puede ser tan sencilla o tan complicada como queramos; normalmente nuestra teoría suele proceder de lo que observamos a nuestro alrededor, puede incluso que parta de una serie de experimentos que verifiquen completamente la idea... pongamos que veo crecer como fieras a los Supernenes y se me ocurre que todos los niños del mundo doblan su estatura de nacimiento a los tres años. No es descabellado, a mí me ha pasado con los dos, mis Supersobrinos también lo han hecho... la cosa promete... Pero lo que me dice el método científico es que en lugar de quedarme sentada alegremente felicitándome por mis buenos datos, tengo que hacer dos cosas: la primera, buscar datos que puedan contradecir mi teoría (sí, sí, como lo escucháis, por una sencilla razón: si encuentro un único niño que no haya doblado su altura a los tres años de nacer, la teoría no funciona... o al menos tengo que darle una explicación coherente y razonada a ese caso: igual tiene algún problema de crecimiento y entonces he de especificar que mi teoría sirve sólo para niños normales) y la segunda, intentar deducir de la teoría un dato independiente que también pueda comprobarse (si conozco la relación entre peso y altura aproximada de los humanos, puedo deducir que ocurre con el peso de estos niños y ver si la fórmula o ley que he deducido, se cumple también). No sólo eso: los datos tienen que confirmarse por diferentes personas, en diferentes lugares (si se miden niños en Japón y no funciona, no es una buena teoría; lo mismo si resulta que mis hijos medidos con otro metro, no cumplen la regla). Estas son las premisas que tenemos que cumplir con los datos que acompañan a nuestra teoría.



Normalmente, los científicos además intentamos buscar las razones que hacen que nuestra teoría se cumpla. Me refiero a hacerse preguntas del tipo: ¿Doblan los niños su altura en tan corto espacio de tiempo porque así tienen una ventaja evolutiva? ¿No pueden crecer más dentro del cuerpo de la madre y por ello han de desarrollarse de forma más rápida en sus primeros años de vida?. Aquí volvemos a tener otra serie de reglas no escritas para intentar que nuestro razonamiento sea lo más coherente posible: siempre hay que hacerse más de una composición de lugar aunque la primera de las explicaciones parezca coherente... si nos falla una, siempre nos quedan las otras para explicar nuestro problema; hay que pensar en pruebas y experimentos que puedan confirmar o denegar la validez de nuestros escenarios; las hipótesis más sencillas suelen ser las correctas (sí, los de "letras" también habéis escuchado ésto alguna vez); y por supuesto, siempre hay que comprobar la validez de todos y cada uno de los pasos de una cadena de razonamientos, incluidas las hipótesis de partida: un eslabón débil basta para romper la cadena.

He explicado esto con el peso de los niños, que es una cosa muy simple. Pero todos habréis escuchado hablar estos días del bosón de Higgs (y si no lo habéis hecho, buscad en los periódicos... que hemos pagado una cantidad considerable en impuestos para encontrar precisamente ese bosón y creo que es importante saber en qué nos gastamos nuestro dinero). Bueno, os adelanto que si los científicos andan todos alborotados por encontrar o no encontrar una partícula diminuta y de masa indeterminada, es porque las hipótesis actuales que tenemos sobre el funcionamiento del Universo, dependen de que aparezca o no aparezca. Pero no hay que irse tan lejos. Cada día nos cuentan muchas cosas a las que viene bien mirar con una cierta dosis de escepticismo...

martes, septiembre 16, 2008

El parto es nuestro

Nota: Sí, el título de este post está sacado de aquí. Sí, soy socia de Epen desde finales del 2004 (si mi memoria no me falla). No, lo que viene a continuación no expresa para nada el sentir, pensar, parecer o las ideas de la Asociación, salvo en los casos en que se usa material proveniente de ésta... este mensaje lo escribe Superwoman y expresa únicamente las ideas de Superwoman, algunas de las cuáles le ha metido en la cabeza a Superman y a los Supernenes de forma subrepticia.

El viernes pasado, madrereciente me arrojó sin ella saberlo un guante a la cara en forma de entrada en su blog... Hija, mentarme el tema es tocarme las palmas... y yo me conozco (y Yvi me conoce aún más... no voy a poder escribir algo corto).


Emilio Santos
, un matrón y ginecólogo que también es miembro de "El parto es nuestro", explica perfectamente en este artículo lo que perseguimos las mujeres que buscamos un parto natural (de hecho, me sorprendió leer el símil porque no hemos hablado nunca directamente de él, pero los dos lo usamos): es como el que intenta subir una montaña por su propio pie. Lo normal es que la subida sea como a una de las sendas de los Pirineos en verano. Sabes que te va a costar, sabes que no va a ser fácil, sabes que hay un teleférico al lado que te va a llevar casi al mismo sitio... pero por supuesto, sabes que la experiencia te va a marcar, que al final vas a estar orgullosa de hacer el esfuerzo, que a la larga es más sano para tí y para tu futuro bebé... y por supuesto, no es una experiencia inalcanzable.

No voy a hablar mucho del parto de la Supernena. Basta con decir que fue en algún lugar de España y que yo, tras varios años de peregrinar por otros mundos, me encontraba preparada para subir la montaña, pero me dí de cara contra un sistema que a la primera dificultad, te montaba directa en el teleférico. Y para lo que no estaba preparada era para enfrentarme al sistema...



Creo que nada puede describirlo mejor que este video de los geniales Monthy Piton, que refleja la situación a finales de los años 70 en Gran Bretaña... quizá un poquito exagerado, pero refleja a la perfección lo que me encontré: aquel día hasta el celador que llevaba la camilla parecía tener más importancia que nosotros.



Cuando llegué a Alemania lo que me sorprendió fue encontrarme con un sistema de salud que te da la opción de decidir casi a cada paso... y la diferencia no viene sólo dada por ser una caja de mutuas (semi-privado... al fin y al cabo yo había dado a luz en un con un seguro de elección en España) sino por la actitud mucho más natural frente al parto aquí. Las pruebas eran explicadas con mucha más minuciosidad que en España, incluso los riesgos que tenían, pero al aportar también porcentajes, era mucho más fácil decidir qué queríamos y que no queríamos para nuestro parto. Y había mucho donde elegir: puedes tener desde un parto en casa atendido por una matrona hasta dar a luz en un hospital por cesárea cuasi-electiva (sólo tienes que encontrar al profesional adecuado). Me fijé una vez de camino en un lugar que se anunciaba como "casa de partos" (las casas de partos o de matronas son sitios donde poder dar a luz como en casa, atendida por una matrona, pero en general con material como una enorme bañera de partos o ganchos para colgarse del techo que normalmente no se pueden trasladar a una casa normal). Lo que me llamó la atención fue que estas matronas trabajaban en conjunto con varios ginecólogos, cosa que también es rara en Alemania. Sin embargo ellos, los unos y los otros, creen que de este modo es como mejor pueden atender a las cerca de doscientas familias que vienen dando a luz desde hace más de diez años en su consulta. Los ginecólogos no sólo atienden el embarazo y el parto, sino la salud reproductiva general de la mujer. Si el embarazo transcurre normalmente no están allí más que para recetar fármacos (si fueran necesarios) o para realizar las ecografías precisas. Para ellos el sistema es muy bueno, están ahí cuando son de utilidad y no tienen que repetir aquello que ya han hecho las matronas en su consulta. Y para las matronas, es también bueno, si hay algún problema fuera de lo ordinario, no es necesario emprender una peregrinación buscando un ginecólogo que comprenda la manera de entender y encarar el parto que tienen ellas.

Y comenzó la ascensión a la montaña. Hubo momentos en que me sentí sola, momentos en los que lamentaba no ser más conformista y poder seguir a los demás por la línea del teleférico; momentos en los que me sentía fuerte y miraba el paisaje según ibamos ascendiendo y pensaba que era maravilloso estar en mi piel... Me enfrentaba a lo que se conoce como un PVDC (Parto Vaginal Despues de Cesarea). Algunos proveedores de salud se niegan a realizar este tipo de partos porque existe un riesgo algo más elevado de lo normal a que se presenten ciertas complicaciones. En todo caso, en las condiciones en que yo estaba, era en su conjunto más seguro que una cesárea, aunque fuera programada y por elección.



Superboy nació después de unas 18 horas de contracciones. Sin epidural, sin cortes, ni medicación innecesareas. En un ambiente limpio, acogedor y que no me era extraño, en la penumbra de una oscuridad clara y luminosa, rodeada por gente que me tenía cariño, apoyado por sus padres (Superman y servidora) y gracias a la ayuda de Katrin, una comadrona excepcional que siempre creyó en ese parto... La ginecóloga que me atendía estaba allí (fue un parto tan rápido que la llamaron de refuerzo por si no podía llegar la segunda matrona). Como todo iba bien, se limitó a coger mis manos mientras pujaba.



Me podéis poner al final de la lista de este maravilloso video que he descubierto gracias a Mireia. Cada una de las historias, lo que dicen esas mujeres, lo he sentido yo: Superwoman, mi primer parto terminó en una inducción que no tendría que haber sido y cesárea por supuesta DCP (desproporción cefalo-pélvica). Supergirl pesó 3,800 kg, midió 52 cm y tenía 35,5 cm de perímetro craneal. Superboy nació en un PVDC rápido y respetado: 3,600 kg, 53 cm y 36 cm... sentía que me habían robado mi capacidad de decisión, de hacerme cargo de mi vida, en mi primer parto y ese día, la recuperé del todo.


No sé si hubiera estado preparada para subir al Everest... puede que no, pero lo que sí sé, es que con la gente con la que contaba, yo era la que elegía hasta donde llegábamos. El parto es nuestro... recuerdo cuantas discusiones he escuchado en torno al nombre de la asociación: para algunas personas suena demasiado agresivo, demasiado en plan "aquí estoy yo reclamando" o "nosotras parimos, nosotras decidimos"... yo siempre he visto en ese plural a mis hijos y a Superman... El parto es nuestro, era nuestro: los que estábamos allí en ese quirófano y en esa sala éramos los Superniños y yo y éramos los que nos lo jugábamos todo en esos momentos. Pase lo que pase, la persona que acompaña al parto se irá a casa al final del día. Y los que quedan son la madre y el hijo... por eso no puedo entender que no se me trate como una adulta en el momento de tomar una decisión que puede cambiar mi vida y la de mi familia para siempre... Nuestro, siempre nuestro...

Creo que no volveréis a leer aquí un post tan personal como éste en mucho tiempo...

sábado, septiembre 13, 2008

Con todos ustedes...

Hoy tengo tiempo nada más que para una entrada rápida... y después de leer esto, os voy a dejar con una de mis canciones favoritas...

Leo que también le gustaba a Hitler, como si fuera una cosa excepcional... que yo sepa, la locura y el buen gusto musical no han estado reñidos (Wagner, que también comentan que le gustaba, es un tremendo compositor).

Y sin más, os dejo con la melancolía y el misterio de esas dos muchachas (porque son dos, Lili y Marlen(e), que no Marleen como pone en el periódico, manía que tienen los americanos de apropiarse de todo):

miércoles, septiembre 10, 2008

Una edad difícililla

Me cuesta últimamente horrores actualizar alguno de los dos blogs. De hecho me cuesta horrores realizar cualquier actividad que requiera más de cinco minutos de autonomía, incluyendo ir al baño (estas líneas las escribo, bien con el objeto de mis desvelos entre los dos brazos y colaborando con un gazapo en cada frase o bien dormido como un cesto después de dejar a su madre para el arrastre).

El objeto de mis desvelos no es otro que Superboy. Ha entrado en ese momento cumbre del ser humano en que decide que eso de la independencia es bueno... y bueno que está resultando, especialmente de una semana a esta parte, no se le puede dejar solo ni cinco segundos sin que haya empezado a organizar alguna.

Entendamonos, no es que esté acusando a mi pobre rubito de organizar un complot talibán para acabar con la civilización occidental: le faltan algunos años y sobre todo algunos kilos para eso. Pero, por poner un ejemplo, anoche entre los dos padres tuvimos que ponerle el pijama tres veces. Superman le dejó metido en la cama con él pero a los cinco minutos me le encontré corriendo en plan "striker" por el pasillo, muerto de risa... como es la segunda o tercera vez que me pasa, decidí que fuera el padre el que pusiera orden, a ver si a él le hacía más caso que a mí... No funcionó, cuando me pasé a darle el beso de buenas noches estaba dormido en pelotas, abrazado a su pijama (y menos mal que no le ha dado por quitarse el pañal, que eso sí que me hace temblar). Y así constantemente: si se queda un minuto a solas y escuchas un silencio absoluto, es que ha llegado la hora de irle a buscar, sobre todo si cierra la puerta, cuando ha cerrado la puerta puedes echarte a temblar y a las pruebas me remito:



(Me gustaría no tener tantos escrúpulos con la superidentidad, para poneros el video en el que le explica a su padre como él sólo quería coger un trocito de papel para sonarse la nariz... no es porque sea su Supermadre, pero resultón es un rato).

¿Más ejemplos?: las galletas y el chocolate ya no sé donde ponerlas... a la que me descuido está subido en una silla en la cocina como si aquello fuera una busca del tesoro (los cajones realmente altos los guardo para aquello que de verdad no puede caer en sus manos, como la lejía o las cerillas). Ayer no le debía convencer la verdura con filete que le puse y a la que me descuidé, había cogido un trozo de pollo que tenía fuera de la nevera descongelando y se lo había puesto en el plato (crudo como la mojama... ay qué asquito me dió). Su cuarto si se queda un minuto sólo parece devastado por el huracán Ike...

En fin, que de verdad espero que sea sólo una fase, o podré llenar mensajes y mensajes con sus nuevas anécdotas.

domingo, septiembre 07, 2008

Carmen Chacón, más de lo mismo


Queridos míos... todos os acordaréis que hace un par de meses se me llevaban los demonios hablando del "affaire Chacón", la maternidad de la Ministra de Defensa y cómo me parecía que el ejemplo que había dado era incorrecto a nivel político (no todas las Supermadres podemos ser Ministras). Bueno, pues me parece que el artículo que ha publicado El País Semanal, lo ha terminado de arreglar.

Sigo repitiendo que la decisión que ha tomado Carmen Chacón, me parece la adecuada a sus posibilidades, pero eso ella parece ignorarlo a lo largo de todo el reportaje. Habla de su maternidad como si fuera la maternidad estándar de cualquier ciudadana española. Y aunque tengo que alabar (a Chacón lo que es de Chacón, yo crié a Supergirl escribiendo mi tesis y os puedo asegurar que es duro) el que se haya decidido a criar a su hijo a pecho, demostrando que también se puede mantener la lactancia trabajando... es difícil, muy difícil que todas las empleadas de este país puedan aprovechar la hora de lactancia repartida en varias pausas cada dos-tres horas para amamantar al bebé (no todas tenemos un ascensor directo a casa, o la posibilidad de trabajar desde ella, como tenía yo).

En fin, dice la Sra. Ministra que el mensaje que quiere transmitir el gobierno socialista es que los niños son de su padre y de su madre. Pero para eso se necesita una flexibilidad horaria en el trabajo como la que tienen en Alemania... si no, los niños lo que terminan siendo es de la nannie, o de su abuela.

La foto está tomada del reportaje de "El País".

jueves, septiembre 04, 2008

Hockey mom



Pues hoy voy a hablar de Sarah Palin, la mujer candidata a la vicepresidencia de los EEUU. Aunque nuestros posicionamientos políticos no pueden ser más alejados, siento una especie de simpatía hacia ella por ser madre y por tener los mismos quebraderos de cabeza que tenemos todas las madres de este universo. Personalmente me ha parecido rastrero el uso político que se ha intentado hacer del embarazo de su hija de 17 años. Y me sorprende todavía más la cantidad de gente que se atreve a juzgar el tema, a dar su opinión sobre si la educación de esta chica debería haber sido distinta. ¿Será gente sin hijos? ¿O los tendrán y esos hijos serán perfectos? Yo es que particularmente con una tormenta tropical y un tornado en mi propia casa, no tengo tiempo, ni ganas de mirar como anda el clima en el patio de los vecinos... no vaya a ser que aquí salgamos volando. En fin, que siempre que leo estas cosas, me acuerdo de aquella frase de John Wilmot:

Antes de casarme, tenía seis teorías sobre como educar niños; ahora tengo seis hijos y ninguna teoría.


Así que por favor, que nadie se tome lo que viene a continuación como una crítica contra la señora Palin porque no pretende serlo. Simplemente me causa sorpresa que se haya definido a sí misma como una "hockey mom" (en EEUU, las soccer moms son las típicas amas de casa que acompañan a sus hijos a los entrenamientos de rugby). Siempre que leo estas cosas me quedo pensando... ¿de verdad se puede ser gobernadora de un estado o ejecutiva agresiva y además la madre perfecta y siempre disponible de cinco hijos? A lo mejor estas personas tienen más capacidad (o menos sueño) que yo, pero me sigue escamando semejante declaración y más me parece un efecto publicitario que una realidad.

No, no estoy diciendo que las madres que trabajan hagan algo mal. Tengo la suerte de ser hija de una Supermadre que también fue Superwoman y madre de tres hijos en sus tiempos mozos. Y a pesar de tener más de diez horas entre trabajo y desplazamiento, siempre teníamos la sensación de que estaba ahí. Volvía a casa y en lugar de dedicar un tiempo para ella, hablaba con nosotros, repasaba los deberes, nos ayudaba a preparar las cosas del día siguiente... pero a las clases particulares, a los entrenamientos deportivos... a esos teníamos que ir solos, por supuesto. Cada cuál se lo tomaba con una filosofía diferente. Mi Superhermano quería que dejase de trabajar y estuviera siempre allí. Para mí era un orgullo que mi madre trabajase (creed que no puedo haber tenido mejor modelo femenino enfrente).

Superman y yo (tanto monta) creo que no luchamos por ser "soccer parents". También somos de los afortunados que hasta ahora hemos trabajado en proyectos en los que creíamos y que nos han llenado a nivel personal. Si que nos preocupa pasar el mayor tiempo posible con nuestros Supernenes, pero creo que desde el momento en que te comprometes con un trabajo, estás haciendo de él parte de tu vida y sabes que hay cosas a las que vas a tener que renunciar. Aquí me quedo, buscando como siempre mantener en el aire las cuatro pelotas con que hago malabarismos en mi vida.

La foto es de la Agencia Reuters (tomada de 20 minutos).

martes, septiembre 02, 2008

¿Es seguro volar?

Cuando ya hace más de una semana que ocurrió la catástrofe aérea de Barajas, estoy empezando a plantearme si merece la pena abrir por las mañanas la pestaña del navegador que me lleva a los periódicos españoles que leo. No sé si me desagrada más el tono amarillista que toman algunas de las noticias (entrando en privacidades que nunca debieron ser publicadas) o la pamema de publicar cualquier pequeño incidente ocurrido en la aviación en la última semana (eso sí, tan sólo los de casa, porque claro está que si no, no darían abasto). ¿Pero de verdad es tan inseguro volar? No quiero contestar a esa pregunta, sencillamente voy a intentar acudir a las mismas fuentes donde acudí hace unos años para racionalizar mi miedo a los aviones y que cada cuál concluya lo que le parezca (aunque sé que mi postura quedará clara a lo largo y ancho de estas líneas).

A grandes rasgos, existen dos tipos distintos de aeronaves que surcan el cielo: aquellas de tipo militar y las que no lo son. Las aeronaves militares se rigen por sus propios criterios y normas, que son bastante diferentes (y más flexibles) de lo que son los de la llamada Aviación Civil. Normalmente se suele subdividir también los aeroplanos que entran dentro de esta categoría entre vuelos comerciales de pasajeros y el resto de aeronaves.



Para que un avión comercial que va a contener pasajeros se ponga a rodar por la pista, tiene que haber cumplido una serie de normas y estándares más larga que las colas de la Gran Vía para comprarse un i-phone. Estas normas no las dicta ningún organismo local, sino que suelen ser consensuadas a partir de la experiencia en foros internacionales (ICAO). Como ejemplo pongo una serie de tratados internacionales y normativas sobre seguridad a las que la Aviación Civil Española está adscrita. Hay varias organizaciones que se encargan única y exclusivamente del tema de la seguridad aérea. Cualquier chorrada que pueda ayudar a que el aparato sea más seguro, por pequeña que os parezca, suele estar especificada en un tratado, en un protocolo o en un manual.



Pero como dicen los ingleses, "shit happens". Un avión es un sistema muy complejo y a pesar de que está construido para minimizar en lo posible los riesgos técnicos (la mayoría de los sistemas de a bordo son redundantes, es decir, existe al menos otro sistema que puede tomar su función de manera que una avería en pleno vuelo puede quedarse en una simple anécdota para contar a los nietos de uno), a pesar de los muchos límites y las muchas normas que queramos imponer, hay veces que ocurren accidentes. Una buena fuente para hacerse a la idea de cuántos, es la Aviation Safety Network, una página de internet dependiente de la Flight Safety Foundation. Llevan una base de datos de todos los accidentes (entendiendo como tales aquellos percances en que toda o parte del fuselaje del avión resulta dañado) en los que se ven envueltas aeronaves certificadas para transportar más de trece pasajeros... y si uno mira los datos de los últimos diez años y redondea a ojo de buen cubero, salen aproximadamente 150 al año. Es decir, aproximadamente tres veces a la semana, un avión comercial cualquiera en algún sitio del mundo, "se cae". No sólo eso, en los últimos diez años ha habido una media de 23 accidentes con víctimas mortales al año, aproximadamente uno cada dos semanas.

La mayoría de la gente se asombra al escuchar estos números ¿Pero no era tan seguro volar? ¡Qué no cunda el pánico! Pongamos estos números en perspectiva. Hay que tener en cuenta que nos aproximamos cada vez más a cuarenta millones de vuelos anuales (las dos gráficas que pongo a continuación son copiadas de 1001Crash; parte de los datos al menos están sacados de este informe de la Boeing). Como se puede ver en la primera gráfica, tanto el número de vuelos comerciales (en verde) como el número total de horas de vuelo de esos aparatos (en naranja) ha ido creciendo linealmente desde 1970.



Sin embargo, el número anual de accidentes mortales mortales por cada millón de vuelos (la línea negra) ha ido descendiendo año tras año. Y el número de pasajeros fallecidos anualmente en accidentes de avión (las barras moradas), se mantiene constante (teniendo en cuenta que cada vez vuela más gente, eso es también en cierto modo una reducción)



Es decir, de unos 30 millones de vuelos, 25 sufren accidentes mortales y de 500 a 1500 personas morirán anualmente en accidente de aviación. No es un consuelo si te toca a tí, lo sé, pero al menos yo, llegado este punto, decidí asumir el riesgo... Sobre todo porque si me pongo a hacer números reales como ahora sobre las otras alternativas que tengo para viajar (el coche, el tren, los autobuses de línea...) seguro que salen más mal parados que el avión. Con estas cifras es más posible que me toque el Gordo de Navidad un par de veces a que termine mis días en esos choques tremendos que pueblan las portadas de periódicos y mis pesadillas.

Los aviones son también uno de los pocos medios de transporte en que no sólo son investigados los accidentes, sino también aquellas circunstancias peligrosas que se sale de lo común sin llegar a ser un accidente (lo denominan "incidentes"). Ante cualquier cosa que se salga de lo común la tripulación está obligada a dar parte, se estudia el problema. En la Aviation Safety Network tenéis de nuevo una copia de muchos de esos informes, de las conclusiones de la investigación (sean preliminares o finales). Si se deduce que se puede hacer algo para que no vuelva a ocurrir una situación parecida, se implementa. Lo demás, los retrasos por problemas técnicos, las cancelaciones, los vuelos que se tienen que volver a su casa nada más despegar porque se detecta un problema... forman parte de este entramado de seguridad que he comentado antes. Si nadie hiciese esas revisiones tan rigurosas, no habría casi incidentes, pasaríamos al accidente directamente.

Todo lo que he expuesto hasta aquí está muy bien, pero por supuesto, también hay puntos de mejora. Yo al menos creo en los organismos de la Aviación Civil, exactamente igual que creo en el método científico. Lo cual no quita que existan fraudes y problemas tanto en el segundo campo como en el primero. Os dejo con un enlace a palabras más sabias que las mías: cuando alguien ha expresado algo mucho mejor y con mucho más conocimiento que yo, merece la pena destacarlo cuando hablo del tema.
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(Ir)Responsable también de esto...