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Sigo instalada en los "taitantos" y los abuelos siguen a hacer puñetas de aqui... Pero al menos el marido parece haber sentado el trasero, duermo algo por las noches y mi carrera laboral empieza a parecerse a algo. Lo que sigue siendo interesante es mi red de apoyo variopinta, internacional y virtual y las aventuras de la Superfamilia espero... Pasa y acomodate.

miércoles, diciembre 22, 2010

¿De qué cambio climático dices que hablas?

Sí, llevo mucho tiempo sin dar señales de vida, pero es que me he puesto en estado de hibernación... ¿qué no es para tanto? Aquí llevamos dos semanas sin parar de caer nieve, sin ir más lejos estas son dos fotos de la galería de mi casa:





Y el resto de la aldeíta no es que esté mucho mejor. Hemos tenido cortes en el transporte público. En un par de ocasiones he tardado casi dos horas en realizar una ruta que los días normales no me lleva más que cuarenta minutos, con los inconvenientes que ello conlleva: cansancio, tener que recuperar el tiempo perdido...








... y en mi caso frío, mucho frío.

Pero las fotos de hoy me sirven para ilustrar dos puntos que serán importantes cuando hablemos del efecto invernadero y el calentamiento global.

Primer punto: el calentamiento global es como su nombre indica "global". Es decir, las alteraciones locales de la temperatura del planeta no resultan significativas sino que en este caso cuando los científicos hablan de un calentamiento global se refieren a la media de las temperaturas terrestres. Sí, se que os he advertido alguna vez sobre la " falacia del medio pollo" y no soy demasiado amiga de las medias sin sentido. Pero es que en este caso estamos hablando de un sistema delicado e interrelacionado entre sí: el tamaño de la capa de hielo que cubre la tierra depende tanto de las bajas temperaturas en invierno como de las no demasiado altas en verano. De hecho la teoría más en boga sobre las glaciaciones sostiene que no se debieron a periodos invernales más fríos de lo normal, sino a veranos que no fueron lo suficientemente calurosos como para fundir las capas de hielo que se fueron acumulando.

Segundo caso: el clima, localmente, depende mucho de la calidad de la atmósfera. Y en este caso, estábamos ya avisados de que las temperaturas este invierno podrían ser extremadamente bajas de forma local debido al volcancito islandés de nombre impronunciable.

Y con esto me despido, esperando que mañana el vuelo sea lo suficientemente puntual como para permitirme desearos Felices Fiestas con una entrada sobre el efecto invernadero... pero como no confío demasiado en ello, os lo dejo dicho por si acaso.

miércoles, diciembre 08, 2010

Volareeeee, oh, oh

Como ya sabéis todos, la noticia de la semana pasada fue que los controladores aéreos decidieron añadir su contribución a estas improvisadas jornadas medioambientales y decidieron parar durante unas cuantas horas el tráfico aéreo, reduciendo de esa manera la cantidad de CO2 emitido a la atmósfera (mañana os explicaré porqué la tenemos "tomada" con el CO2 todos los que curramos en el tema de la energía y el medioambiente).

En realidad, es que yo ya me había unido solidariamente a su "baja laboral" conjunta y llevaba toda la semana del trabajo a la cama y de la cama al trabajo, perturbada por algún tipo de virus del género mocoso al que las temperaturas exteriores por debajo de los cuatro grados (negativos, eh...) le sentaban la mar de bien. El viernes decidí rendirme a la evidencia y tomarme el día libre en virtud a que mi contrato me permite trabajar sopotocientas horas cuando hay algo que hacer (y el viernes, la cosa estaba bastante parada). Pero llevo desde entonces intentando recuperar todo el curro no urgente y no importante que tenía entre manos la semana pasada. No ayuda el que esta semana tengamos una delegación de colegas europeos visitando la oficina. De hecho, si estoy aquí escribiendo, es porque mi profe de alemán ha sucumbido también a algún tipo de virus y me ha cancelado la clase semanal en el último momento.



Pero ya que estamos, voy a aprovechar os pongo como es el reparto más o menos de las emisiones de CO2 por sectores de interés en España (aunque no sean datos muy recientes) para que veáis que la verdad, tampoco nos ahorramos tanto con el gesto solidario de los compañeros controladores. Aunque paradojicamente esta sea una de las mayores contribuciones personales a la huella medioambiental (en el momento en que tomas un avión, te has cargado tu ahorro medioambiental de todo el año), el transporte aereo representa una mínima parte de la emisión de gases que producen el efecto invernadero.

Como os decía, continuará, presumiblemente con una explicación más detallada de todo este tinglado...
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(Ir)Responsable también de esto...