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Sigo instalada en los "taitantos" y los abuelos siguen a hacer puñetas de aqui... Pero al menos el marido parece haber sentado el trasero, duermo algo por las noches y mi carrera laboral empieza a parecerse a algo. Lo que sigue siendo interesante es mi red de apoyo variopinta, internacional y virtual y las aventuras de la Superfamilia espero... Pasa y acomodate.

sábado, marzo 31, 2012

LVM: Amarillo

Desde hace unos meses intento concentrarme en el aspecto creativo de la fotografía. He intentado aprender gracias a algunas amigas lo que he podido sobre el tema y empiezo un curso virtual dentro de poquito, que espero que me ayude a perfeccionar mi manejo de la camara que todavía deja mucho que desear.

Desde principios de mes participo también en "La vuelta al mundo" de Jackie Rueda. Todos los finales de mes, se compone un post con las fotos sobre el tema que hemos hecho. No sabía muy bien como afrontarlo, pero he decidido crear un collage con todas las fotos del album que haya subido a mi página en el mes:



Para que os hagais una idea, por cada salida tiro de cincuenta a ochenta fotos. Alguna de ellas por supuesto corresponden a mi otra identidad y ven la luz por otros cauces. De las que quedan para SW, hay una rigurosa selección en la que como máximo seis o siete pasan a la fase de edición (que en mi caso consiste sobre todo en recortes de lo que sobra en la foto o toques de iluminación pero hay quien hace maravillas con el PS, tengo un post pendiente al respecto). Vamos, que detrás de una buena foto, siempre hay mucho curro que no se ve.

martes, marzo 27, 2012

El peligro del exceso de "pensamiento positivo"

Tengo este vídeo hace semanas en el disparadero y le voy a dar salida coincidiendo conque hoy se acaba de montar la de Zeus en mi oficina (se me acabo la paz) por distintos motivos:

* 1: a un colega no le gusta nuestro trabajo, malo pero inevitable;
* 2: otro colega esta en el hospital porque le ha dado un infarto, peor y totalmente evitable si ciertas cosas estuvieran mejor regladas, porque hoy yo me siento estallar con la presión que me ha producido el apartado 1.

Lo tengo en el disparadero porque muchas veces se me tacha de ser negativa en exceso (lo soy) y de que eso no me ayuda a progresar. Y yo no lo veo así, yo creo que la gente como yo tiene que trabajar en sus miedos a nivel individual, pero es necesaria nuestra existencia para la supervivencia del grupo. Gracias a nosotros, que siempre vemos la posibilidad del fallo crítico en el sistema, las peores tortas se evitan.

Os lo pongo sin más y me voy a limpiar mierda de los establos de Ugías:

lunes, marzo 26, 2012

Derrochando glamour

Una amiga me comentaba ayer que ella tambien había estado un día entero incomunicada (me pasó la semana pasada, cuando murió mi móvil el mismo día en que tenía que haber recibido sopotocientas llamadas de felicitación) pero que en su caso era por algo sin tanto glamour como viajar (estaba haciendo evaluaciones, es maestra).

Así que no sé porque me quejo de mi trabajo. Mi curro tiene "glamour" porque viajo: mi empresa es mejor que el Corte Inglés porque una semana de cada mes es la semana fantástica y eso significa que no sabes con qué delicia van a sorprenderte los clientes en esta ocasión...

Como hace unos días, cuando me pasaba lo de la letra de aquel cuplé de principios del siglo pasado (sobre los viajes con la RENFE): sabía que salía de viaje, pero no cuándo (ni dónde) llegaba. Digamos que arreglé los papeles para viajar hasta la capital y de alli, dependiendo de la respuesta del cliente, pues decidia si me volvia para casa o me dedicaba a volver a hacer el gran tour teuton en cuatro dias... No admito apuestas sobre cual de las dos posibilidades me toco.

El martes con toda la ruta confirmada, mi maleta habitual y mis listas de auditoría, me puse en camino. Bueno, casi. Primero los de la compañía de alquiler me obsequiaron con una glamourosa "búsqueda del coche" no planeada que duró más de tres cuartos de hora. Pero vamos a contarlo con detalle: las llaves del coche se las dejaron al portero del edificio y cuando bajé con la idea de marcharme, me señaló vagamente que el coche estaba aparcado "por allí". Tras dos vueltas al parking de mi empresa y a la manzana, ni rastro. Volví al edificio y alisté la ayuda de un compañero más jóven y con mejor vista que yo. Cuando me pidió las llaves para comprobar la matrícula y por un momento observé un cierto destello de envidia en su mirada...

- "Te ha tocado un BMW serie 5"

Varias Marzo (nueva) 005

De acuerdo, ésta es seguro una de las partes de mi trabajo que de verdad tiene glamour. De cuando en cuando la empresa de alquiler de coches te deja en la puerta un supermodelazo. Lástima que a mí el tema de los coches no me ponga lo más mínimo. Lo único que me vino a la cabeza tras esa declaración y las dos vueltas al aparcamiento, es que tal vez hubieran robado el coche.

Para resumir una historia larga, tras varias llamadas a la empresa de alquiler, más vueltas por el aparcamiento y alrededores, una entrada a saco en las oficinas de otra empresa para que nos abrieran el aparcamiento subterráneo y muchos, muchos nervios, el coche apareció. Lo habían dejado en el aparcamiento de otra empresa, unos cien metros más allá.

Y ahora os confieso porqué no me gusta que me den coches demasiado sofisticados: el coche es mucho más inteligente que yo. Tardé diez minutos en encontrar la manera (superautomatica) de regular el asiento y los retrovisores, quitar el freno de mano me costó un triunfo y cuando por fin me puse en marcha por poco me estrello porque de repente hubo una "aparición mariana" en mitad del parabrisas (al parecer es un nuevo modelo de navegador, que proyecta la imagen. Pero si no te avisan el susto que te da es morrocotudo).

El fantasma de la opera...

Pero no voy a quejarme más, que bastante es que tenemos trabajo y clientes. Lo que importa es que al final de cada noche tengo un glamouroso lugar donde caerme muerta, que de momento nunca me he perdido a pesar de tener que irme casi siempre donde Cristo pegó las tres voces y que gracias al dinero que gano me puedo permitir ciertos caprichos como tener cámara propia que es capaz de hacer fotos en la oscuridad (aunque el grano salga gordo y las tenga que editar para que sean aceptables).

Varias Marzo (nueva) 008

Mayor glamour no se puede pedir, aunque me suponga escribir los post con semanas de retraso porque no paro quieta.

jueves, marzo 15, 2012

Feliz cumple




Y mil gracias a Quino por los mil ratos buenos que he pasado con vos y por todo lo que me hiciste pensar desde chica.

martes, marzo 13, 2012

Manipulacion de masas 2.0

Lo reconozco: soy manipulable. He sido totalmente manipulada por este video:



Pero me da igual que sea una manipulación. Yo también soy madre. Yo también querría que si Supergirl es secuestrada y obligada a prostituirse y/o Superboy es secuestrado, obligado a usar una metralleta contra su padre y contra mí el mundo entero fuera un clamor contra ello. Por no mencionar que un grupito no despreciable de personas de repente se han enterado de la problemática de los niños soldados, de las movidas políticas que hay en África y ha puesto a Uganda en el mapa... Y encima hemos tenido la suerte de que lo han hecho en Internet, donde precisamente el flujo de información es más grande y ya nos hemos podido enterar de porqué de repente Uganda vuelve a ser tema de moda.

Dos conclusiones: prefiero dejarme manipular por esto que por la manía anoréxica de Karl Lagerfield y no he necesitado comprarme ni el kit revolucionario, ni pulserita, ni nada... me basta con compartirlo y ya veré hasta dónde llego cuando profundice más en la información.

EDITO: Veis, sabía que esta entrada me iba a servir para algo. Acabo de acordarme de que una persona que conozco, que lleva implicado en este tipo de temas desde que yo le conozco al menos, corre la semana que viene un maratón por Maputo... es que es un chico jóven y que jugaba al fútbol mientras que nosotros nos dedicábamos a beber Guiness y claro, eso se nota... Podéis ayudarles con una pequeña donación o si queréis más información sobre el proyecto entrar en: Habitáfrica. Espero que os convenza. Y difundid el mensaje en la medida en que os sea posible...

No te quejarás, "segundo hombre de la casa", con esto tienes alas para correr un par de kilometritos más.

domingo, marzo 04, 2012

Pagando mis deudas como una buena PIIG

El juego de la historia (con un retraso historico jeje):

Una vez más, Teresa se acercó a la playa. Su cerebro era un hervidero de ideas, de sentimientos, toda ella estaba en una especie de nebulosa en la que no sabía qué hacer, cómo seguir... Sabía que era imposible, sabía que no tenía futuro, sabía que no podía ser. Pero a pesar de ello... su corazón la seguía empujando allí, hacia él. El era un ser humano maravilloso, amable, atento, detallista, y ella se sentía irremediablemente enamorada de él. No podía evitar pensar en él, aunque no quisiera. No podía controlarlo, era superior a sus fuerzas. Así que una vez más fue a la playa, donde sabía que él podría estar cerca, donde sabía que podría encontrarse con él y darle conversación hasta llevarle al terreno que ella quería. Quería decirle lo que sentía por él, que él lo supiera, aunque no pudieran estar juntos, porque pronto él se marcharía irremediablemente a tierras lejanas, tal vez para siempre. Caminaba con la cabeza baja, pensando qué hacer, qué decir si se lo encontraba, pensando si sería capaz de volver a enamorarse así de alguien. Cuando de repente, vio un brillo extraño en la arena que le llamó la atención. Se acercó al lugar de donde provenía el brillo y se agachó para poder cogerlo con sus manos. ¡Santo Cielo! ¡Era...!


¡Era la esclava de plata que un par de años antes le había regalado a su amado! No cabía duda de ello. No sólo podía reconocerla por aquella fina y elegante forma que tenía, sino que también porque yacía tan limpia como el día en que la compró, pues su amado cuidaba sus cosas y a las personas con una dulzura y una ternura inigualables, y porque en ella rezaba su nombre: Javier.

Por un breve momento, sobrevino por la cabeza de Teresa la terrorífica idea de que Javier hubiese tirado la esclava sobre la arena a propósito, con la intención de deshacerse de todo recuerdo de ella. Mas pronto desechó aquel pensamiento, pues no era la primera ocasión en que Javier perdía aquella esclava, y sabía ella que aquello no se debía a otra cosa más que a un desafortunado descuido.

Así pues, con el reluciente objeto en mano, Teresa prosiguió su camino para encontrarse con la persona a la que tanto amaba, pensando qué le iba a decir. Decidió finalmente que rompería el hielo haciéndole saber que había perdido la esclava, y pondría aquel fortuito suceso como excusa para justificar su encuentro.

No tardó mucho en hallarlo, y cuando lo hubo hecho, se paró en seco, a poca distancia de él. Un escalofrío recorrió todas y cada una de las pares de su bello cuerpo. Iba a declarar su amor a Javier y no sabía cómo hacerlo.

De pronto, su amado se dio la vuelta, percatándose así de su presencia. Con una sonrisa y saludando con la mano, Javier se aproximó a Teresa.


Ella, tras inspirar profundamente y con el pulso acelerado, solamente atinó a pronunciar una palabra de forma entrecortada:

-Ho... la...


─ Hola ─respondió él con desenfado─ ¿Qué tal estáis? ¿Y Andrés? Hace tiempo que no le veo.

─ Bien… ─alcanzó a responder intentando disimular su desconcierto. Escuchar el nombre de su marido de los labios del hombre del que estaba enamorada resultaba incómodo. Casi sacrílego.
De repente se vio a sí misma al borde de un precipicio. Los nervios le impedían pensar con claridad, pero al mismo tiempo sabía que no podía permanecer callada Ahora que lo tenía frente a frente no podía dejar pasar la oportunidad y dejar que se marchara.

─ Andrés está en casa, con los niños.

Su voz sonaba más firme de lo que ella habría esperado, pero algo distorsionada. Como de laboratorio.

─ He venido a dar un paseo, a relajarme un rato. A veces necesito un poco de tiempo para mí misma.

Aquella frase despertó el interés de Javier. Por primera vez, desde hacía varios meses, ella había abierto una pequeña grieta, le había mostrado una mínima parte de su intimidad. Aquella frase era una invitación cómplice a algo más que un puñado de palabras frías de compromiso.
Entonces Javier la miró a los ojos y volvió a ver a aquella mujer tímida que había conocido solo dos años antes. La misma mirada limpia. Los mismos labios carnosos que había besado en esa misma playa.
Se sintió viejo de repente. Cansado de huir, de dejarse llevar por la corriente. Estaba a punto de cumplir los cuarenta y tenía la sensación de que llevaba toda su vida boicoteándose a sí mismo.
Entonces, vio brillar entre los dedos de Teresa la esclava de plata. Y supo que las casualidades no existían. Aquello tenía que significar algo.

─¿Te apetece un helado? ─atinó a decir. Y señaló con su mano el paseo marítimo. Teresa sonrió con alivio.

Cruzaron la playa en silencio. De cuando en cuando Teresa lo miraba de reojo. Deseaba rozar sus dedos, sentir su olor cerca, pero al mismo tiempo era consciente de que no podía precipitarse al vacío. Tal vez aquella era su última carta, y debía jugarla con más cerebro que corazón.
Al llegar a la gelatería di Marco, él sujetó una de las sillas de mimbre mientras ella se sentaba. Teresa pensó que no debían quedar demasiados hombres en el mundo, capaces de tener ese tipo de gestos con tanta naturalidad, sin hacerla a una sentir incómoda. Sonrió. Tenía una luz especial en la mirada. Hacía siglos que no sentía esa mezcla de placer y nervios en el estómago.

De repente, el sonido de un claxon la devolvió a la realidad.


En mitad de la calle había un coche parado y su ocupante hacia señas en dirección hacía el sitio donde estaban. Se sorprendió un poco al ver que el destinatario de aquel diálogo mudo era Javier. El jóven, sobre unos veinte años, pelo moreno y aspecto pulcro y cuidado, señalaba su muñeca como haciendo referencia a un inexistente reloj de pulsera. Javier en un gesto seco, pareció pedir paciencia y el conductor se encogió de hombros y volvió a poner el coche en marcha alejándose por el paseo hasta perderse al llegar a la primera esquina.

Javier había reaccionado a la interrupción de un modo brusco, inusual en él y se había replegado en sí mismo. La magia del momento se había roto y en su lugar quedó un incómodo vacío en el cuál los dos pidieron sus helados al camarero y empezaron a consumirlos sin demasiadas ganas. Teresa no pudo reunir el valor para preguntar quién era esa persona, pero tampoco acertó a encontrar un tema de conversación que pudiera salvar la distancia entre los dos, que parecía expanderse con cada segundo que transcurría. ¿Cómo había podido ser tan ilusa y pensar que todo aquello que les había separado hace unos años iba a poder borrarse de un plumazo en tan poco tiempo? Los silencios, las ausencias, ese encerrarse en sí mismo que había puesto tantas veces fin a la relación...

Cuando había decidido retirarse después de terminar el helado, evitando cualquier tipo de desencuentro o discusion, Javier pareció tomar una decisión. Tomó aire y afirmó en tono firme:

- Hay algo que tengo que decirte.

Teresa sintió renacer por un momento sus esperanzas otra vez. Su corazón aceleró hasta el punto de sentir una pequeña opresión en el pecho, un escalofrío corriendo por su espalda hasta que las primeras palabras de él le pusieron un amargo freno:

- Voy a casarme.

Ella cerró los ojos. Los mantuvo cerrados un buen tiempo, tratando de calmarse en su interior, intentando contener las lágrimas que amenazaban con correr sin freno. Cuando por fin aquella voz interna que le acompañaba en sus peores ratos le dijo que era capaz de enfrentarse a todo, abrió los ojos... aún calmada, su voz le jugó una mala pasada quebrándose cuando contestó:

- Supongo que tengo que darte la enhorabuena, ¿no? ¿Y quién es la afortunada?

- Teresa, no hay... nunca ha habido otra mujer...

El significado de estas palabras le heló la sangre en las venas...


Misteriosa, Enrique, Paula, SW

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