Buscando en Google las palabras "diario Superwoman" he visto que no aparece este blog, sino que la primera referencia apunta a otros lados...
No, no soy un plagio como Ana Rosa, os juro que he llegado a este lugar legitimamente y a partir de lecturas propias (nada de textualizar con el copy-paste)
La primera vez que escuché hablar sobre el síndrome de Superwoman fue en este artículo del periódico El Mundo. Por aquel entonces tenía un lustro y dos hijos menos de los que tengo ahora y la cosa me pareció un poco exagerada. Somos la generación que creció escuchando que es posible tenerlo todo: estamos preparadas, llevamos toda la vida estudiando para ser reconocidas y desde luego, tenemos que tener ambiciones profesionales para serlo.
Cinco años y dos hijos más tarde me topé de narices con una tozuda realidad. El tiempo no es flexible a no ser que logres viajar a la velocidad de la luz. Siempre hay algo a lo que tienes que renunciar, siempre demasiadas cosas que hacer. No puedo ser la madre perfecta (tema del que hablaré mañana), la esposa perfecta, la ingeniera perfecta y la bussines woman perfecta, todo ello en la misma vida. Así que decidí empezar este pequeño diario para reirme de esas imperfecciones que no consiguen que sea una Superwoman auténtica...
Por cierto, para la que hable inglés, este libro tiene pinta de estar bastante interesante. Y las autoras sostienen que es verdad eso que las demás aprendemos a base de pegarnos tortas...
Crisis/Crisis
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Este blog está sufriendo en estos momentos una crisis. Me he dado cuenta de
que no tengo tiempo para un proyecto tan ambicioso como el que quería, pero
p...
Hace 16 años
2 comentarios:
Odio tener que comentarme a mí misma la primera, pero me acabo de dar cuenta de que nada de un lustro... Diez años, diez... Creo que voy a sufrir otro ataque de risa nerviosa...
Pero bueno, chica. Te he seguido desde mi blog pensado, "quien es ella, quien es ella que todo lo puede".
Un saludo, guapa.
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