Creo que os debía este post. He estado pensando en titularlo: "Sobre como los niños saben darnos donde más nos duele", pero creo que es mejor dejarlo así.
El caso es que el otro día estaba haciéndole arrumacos a mi Princesa cuando me dió un besito de esos que los niños saben darte y me dijo aquello de: "te quiero mucho, mamá". Y yo como una tonta, hice una de esas preguntas con trampa que es mejor no hacerle ni al Espejo de Blancanieves: "¿Es porque soy la mejor mamá del mundo?".
La Princesa, después de pensarselo un poquito, me rompió el corazón: "No, mamá, la mejor mamá del mundo es I." I. es la madre de su mejor amiguita. Una vez por semana, como mínimo, se ven porque no pueden vivir sin verse. Y claro, I. es una persona dulce, equilibrada, paciente, que siempre encuentra tiempo para pintar con las niñas, para leerles un cuento, para hacer algo con ellas... Sacando fuerzas de flaqueza, ví una oportunidad de aprender algo de la crítica de la nena y le pregunté: ¿Por qué I. es tan buena mamá? Y contesta la Princesa: "Es que cuando voy a su casa, siempre me da de comer salchichas".
Creo que voy a seguir siendo mala madre y servir verdurita con pescado.
Crisis/Crisis
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Este blog está sufriendo en estos momentos una crisis. Me he dado cuenta de
que no tengo tiempo para un proyecto tan ambicioso como el que quería, pero
p...
Hace 16 años
2 comentarios:
jajajaja eres una madre estupenda en cualquiera de los casos. Estos niños son de un listo.
Ay niña!!! a mí me gustaba la madre de mi amiguita porque tenía el pelo largo y los labios pintados de rojo.... ahora yo he salido a mi madre y ni me peino ni me pinto...
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