Hoy Superman no duerme en casa. Superboy y Supergirl duermen conmigo (algo que se considera tabú en muchos lugares... yo he dormido toda la vida acompañada y salvo la neurosis obsesiva que me viene de mi familia paterna, creo que resulto una persona de lo más normal).
Superboy se acomoda en el lado derecho. A Supergirl le pido que se ponga en el izquierdo porque si no se chinchan constantemente entre ellos. Apago la luz y durante diez minutos no hay paz, ni calma que valga en esa cama. Los dos quieren tener el mejor trozo posible de mamá y durante unos minutos soy zarandeada sin piedad mientras ellos intentan colocarse en una postura que les resulte cómoda para el sueño sin soltarme. Cuando puedo empezar a poner orden, Supergirl se acurruca como una bolita, atrapándome de un brazo y Superboy se estira, todo lo que dan de sí sus ochenta centímetros, intentando meter la cabeza entre mi cuello y mi cara... Cuando consigue ahogarme a base de apretar, le aparto un poco y entonces me busca y me da un beso húmedo y lleno de baba que me sabe a gloria. Después se relaja, se atraviesa totalmente encima de mi pecho y a dormir. Y entonces, rodeada por ese olor maravilloso que tienen los niños cuando son pequeños y están dormidos... me deslizo yo también en el país de los sueños.
Crisis/Crisis
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Este blog está sufriendo en estos momentos una crisis. Me he dado cuenta de
que no tengo tiempo para un proyecto tan ambicioso como el que quería, pero
p...
Hace 16 años
1 comentario:
estoy contigo en que es la más bonita
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