Yo no lo creo. Hoy he tenido una señora tangana con Supergirl porque me ha escamoteado un paquete de chicles del bolso. La cosa no tendría más importancia sino fuera porque no es la primera vez que la pillamos metiendose en el bolsillo algo que no es suyo. Y quiero que si mis hijos se meten algo que no es suyo en en la talega, al menos reflexionen sobre el calado y las consecuencias de lo que hacen.
Yo estoy a favor del uso de las redes P2P, aunque quizá de un modo un poco diferente. Digamos que estoy a favor de bajarse material que nunca hubieras tratado de conseguir originalmente. Así se pueden dar casos en que alguna cosa que se baje por probar, termine gustando tanto que al final el pirata vaya a la tienda a comprar el original. O que antes de comprar un disco o un video en concreto, alguien se baje diferentes versiones a título de comparación. Y sigo convencida de que todas estas situaciones se evitarán cuando las relaciones entre creadores y público empiecen a basarse en la autodistribución por Internet, Creative Commons, etc...
Normalmente, mis patrones de compra son atrasados: espero a que la música que me gusta se pase de moda (total, Bach, el pobre, de sus derechos de autor creo que cobra bien poquito) y baje de precio para comprarla; con los videojuegos me ocurre lo mismo... tenemos un ordenador de hace diez años en casa, con su sistema operativo original para poder jugar algunas de las gangas que conseguimos por seis euros. También compro mucha música clásica a los propios artistas callejeros. Suelen tener recopilaciones estupendas de lo más conocido y me aseguro de que el contenido integro del beneficio va para ellos. Y sobre todo, tiro de la red pública de bibliotecas, que es estupenda...
Por eso lo que sigue a continuación (y agradezco a Neus y a Clares la alerta, vía foro u blog) me parece importante y destacable... porque creo que aquí la honradez sobre lo que hacen es algo sobre lo que muchos tendrían que reflexionar tanto o más que la Supernena (si yo fuera el letrista de Bisbal, estoy segura de que me estaría escondiendo en estos momentos debajo de las piedras, aunque al parecer se ha reculado ante la presión mediática, que una noticia así se publique da mucho que pensar).
Y sin más, le cedo la palabra a otro genial, José Luis Sampedro.
POR LA LECTURA
Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.
Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos.. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.
Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.
Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:
a) obtiene algo a cambio.
b) es objeto de una sanción.
Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.
Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.
¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!
José Luis Sampedro
Si tú también estás contra el Pago por préstamo en bibliotecas, copia el banner, ponlo en tu blog, protesta, escribe, lo que quieras, pero no podemos dejarlo pasar sin hacer nada.
13 comentarios:
Hoy hemos coincidido en nuestro tema, creo que impulsadas por la misma noticia. Si estos señores no cambian de actitud, no estarán protegiendo los derechos de autor, sino robando al contribuyente a mano armada.
Lo del niño clama al cielo... Lo que no llego a ver por ninguna parte es si este manifiesto es real o apocrifo... en la pagina de Sampedro no se hace referencia alguna al respecto...
Un supersaludo
Yo parto de la base de que la cultura debe ser algo universal, accesible a todo el mundo, y por tanto los cánones por derechos de autor me chirrían bastante.
Además creo que, concretamente en el caso de España, los libros ya son comparativamente lo suficientemente caros.
Paula, que gusto sentir tu presencia otra vez por aqui... (se que estas en los seguidores, pero eres de las calladitas ;)).
El problema de los derechos de autor es que son el timo del siglo. No se quien se hace rico con ellos, pero el autor desde luego, no. Todos empiezan con contratos draconianos, en editoriales o discograficas (PMM, tu has escrito un libro, ?no? Corrigeme si me equivoco). Unicamente los que llegan a muy famosos pueden negociar mas tarde el quedarse con un porcentaje de las ventas (como Mrs. Harry Potter, que se ha hecho de oro...). De todas maneras, que un autor se haga de oro no me molesta, me molesta que se hagan de oro el entramado que hay tras de ellos, que a veces es necesario pero otras es completamente superfluo...
Un supersaludo
SW, el enlace al manifiesto de José Luis Sampedro lo he incluido en mi entrada, pero te lo dejo aquí.
http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/sampedro/miradas_lectura.htm
Y sí, he publicado un libro, y puedo decirte, que lo que percibo por derechos de autor es irrisorio, pero claro yo no soy Dan Brown, ni Moccia, ni nada por el estilo. Y tienes toda la razón con el canon de la SGAE está pasando como con el precio de las verduras, que el agricultor vende el producto a cuatro perras y lo que nosotros pagamos en el mercado se lo quedan todo los intermediarios.
Esto me pasa por no abrir los enlaces ajenos antes de contestar :D
Un supersaludo
Hace algún tiempo, rastreando el mundo Bolaño, le oí en una entrevista, animando a los jóvenes a robar libros.
Qué canon, ni qué leches...
Molly Bloom
Jaja, Bloom, yo aquí esforzándome porque el post sea exquisitamente legal y me incitas a los niños a la revolución... ay, como nos lea el Rey del Pollo Frito nos clausura el chiringo xD
Me temo que es una solución que tampoco funcionaría. Ellos seguirían cobrando derechos de autor por cada ejemplar que la librería no devuelva a la editorial. Los robos entrarían en la categoría de otros gastos de la tienda y serían cargados al precio final de los libros que no se roban... El sistema es perfecto...
NB: Niños, si váis a seguir los consejos de Bloom, recordad que las bibliotecas son lugares sagrados, eh...
Un supersaludo
Lo de los libros como obscuro objeto del deseo (de robo) tiene larga historia entre jóvenes. Yo siempre me he sentido incapaz, pero tenía amigos con pocos o ningunos recursos que robaban como corsarios. Yo creo que los artistas deben ser pagados y que puedan vivir de su arte si así lo desean, pero con el mínimo de intermediarios, que, como tú dices, ocurre aquí como con la agricultura, que gana más el almacenista que el agricultor. No me parece un sistema justo en absoluto. Los de la SGAE me parece siempre un abuso total, y ya esto último ha colmado el vaso. Me parece que deben tener la pppularidad bajo minimos, llegando incluso al odio social. Por otra parte, tanto celo por proteger los derechos no indica más que cada vez más se trata de algo en peligro por anticuado. Dentro de nada se ve venir un cambio drástico en esto. El directo será mas la fuente de ingresos que el producto mercantil; pero si uno quiere saber si irá a un directo, por un módico precio o gratis tendrá que conocerlo primero. Soy también partidaria de la libre distribución de productos raros y anticuados, difíciles de encontrar. Si todo está controlado, dirigirán nuestro conocimietno cultural, porque sólo se publica lo que interesa o lo que va en la línea ideologica que quieren imponer.
Magnífica reflexión, compa Superwoman: tanto la tuya, que comparto en buena medida, como la (genial, como es propio en un genio...) de Sampedro. Mi opinión sobre las redes P2P y el intercambio de ficheros ya la he plasmado en algún artículo en mi cibercasa; en cuanto a la campaña sobre el préstamo en bibliotecas (del que he sido, a lo largo de muchas etapas de mi vida, beneficiario intensivo, pese a que lo único de lo que hubo siempre exceso en casa fue de letra impresa...), procedo en consecuencia.
Un fuerte abrazo y buena semana.
Hombre, antes que lanzarse a robar libros yo prefiero la opción del book crossing. Mucho más romántica y estrictamente legal.
Un saludo sigiloso.
Qué bonito lo del book crossing... un amigo de SM, en los tiempos en que éramos jóvenes, ya hacía eso. Terminaba los libros y los que no iba a volver a leer, los dejaba en diferentes sitios públicos a cubierto para que otra gente se los encontrase... Yo hasta ahora era de donarlos a la librería, pero mira por donde, me has dado una idea :D
Un supersaludo
Hola de nuevo SW, hacía mucho que no te visitaba! Pues sobre este tema, yo de siempre he seguido la regla de: al césar lo que es del césar. Y punto. Me encanta la música, el cine y todo lo que tenga páginas pero lo que no me puedo permitir pues no me lo compro y ya está, sin tener copias compradas en mercadillos ni bajadas de los miles de sitios de internet donde es posible. Desde hace mucho compro canciones sueltas en iTunes y como tu, me compro las cosas ya pasadas de moda. Yo creo que el negocio de la música y los DVDs hace mucho que se ha salido del tiesto y hasta que no se pongan precios lógicos a las cosas, la gente no va a sacrificar 20€ por un CD o una peli si se la puede bajar gratis o encontrar una copia por 2€. Yo leí una vez que hubo gente que vió el problema ya ahí a principios de los 90. Cuando dieron la alarma muchos dijeron que no, que eso de que se encontrara tan fácilmente la música gratis no iba a ser real y que mejor mantenían los precios. Y ahora el problema se ha hecho mucho más grande de lo que preveían, pero todo su mundo está basado en esos precios. Asique ahora andan todos acoj*****s pensando en cómo salir del lío...
Las bibliotecas es uno de los pocos rincones que quedan, donde todo el mundo puede acceder a la cultura y acercarse a los libros y a la música. Reconozco que necesitan más ayudas, pocas pueden renovarse como es debido, pero de dónde deberían llegar esas ayudas? De dónde quitamos unos millones para ponerlos en bibliotecas... otro tema que puede dar para mucho...
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