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Sigo instalada en los "taitantos" y los abuelos siguen a hacer puñetas de aqui... Pero al menos el marido parece haber sentado el trasero, duermo algo por las noches y mi carrera laboral empieza a parecerse a algo. Lo que sigue siendo interesante es mi red de apoyo variopinta, internacional y virtual y las aventuras de la Superfamilia espero... Pasa y acomodate.

martes, septiembre 02, 2008

¿Es seguro volar?

Cuando ya hace más de una semana que ocurrió la catástrofe aérea de Barajas, estoy empezando a plantearme si merece la pena abrir por las mañanas la pestaña del navegador que me lleva a los periódicos españoles que leo. No sé si me desagrada más el tono amarillista que toman algunas de las noticias (entrando en privacidades que nunca debieron ser publicadas) o la pamema de publicar cualquier pequeño incidente ocurrido en la aviación en la última semana (eso sí, tan sólo los de casa, porque claro está que si no, no darían abasto). ¿Pero de verdad es tan inseguro volar? No quiero contestar a esa pregunta, sencillamente voy a intentar acudir a las mismas fuentes donde acudí hace unos años para racionalizar mi miedo a los aviones y que cada cuál concluya lo que le parezca (aunque sé que mi postura quedará clara a lo largo y ancho de estas líneas).

A grandes rasgos, existen dos tipos distintos de aeronaves que surcan el cielo: aquellas de tipo militar y las que no lo son. Las aeronaves militares se rigen por sus propios criterios y normas, que son bastante diferentes (y más flexibles) de lo que son los de la llamada Aviación Civil. Normalmente se suele subdividir también los aeroplanos que entran dentro de esta categoría entre vuelos comerciales de pasajeros y el resto de aeronaves.



Para que un avión comercial que va a contener pasajeros se ponga a rodar por la pista, tiene que haber cumplido una serie de normas y estándares más larga que las colas de la Gran Vía para comprarse un i-phone. Estas normas no las dicta ningún organismo local, sino que suelen ser consensuadas a partir de la experiencia en foros internacionales (ICAO). Como ejemplo pongo una serie de tratados internacionales y normativas sobre seguridad a las que la Aviación Civil Española está adscrita. Hay varias organizaciones que se encargan única y exclusivamente del tema de la seguridad aérea. Cualquier chorrada que pueda ayudar a que el aparato sea más seguro, por pequeña que os parezca, suele estar especificada en un tratado, en un protocolo o en un manual.



Pero como dicen los ingleses, "shit happens". Un avión es un sistema muy complejo y a pesar de que está construido para minimizar en lo posible los riesgos técnicos (la mayoría de los sistemas de a bordo son redundantes, es decir, existe al menos otro sistema que puede tomar su función de manera que una avería en pleno vuelo puede quedarse en una simple anécdota para contar a los nietos de uno), a pesar de los muchos límites y las muchas normas que queramos imponer, hay veces que ocurren accidentes. Una buena fuente para hacerse a la idea de cuántos, es la Aviation Safety Network, una página de internet dependiente de la Flight Safety Foundation. Llevan una base de datos de todos los accidentes (entendiendo como tales aquellos percances en que toda o parte del fuselaje del avión resulta dañado) en los que se ven envueltas aeronaves certificadas para transportar más de trece pasajeros... y si uno mira los datos de los últimos diez años y redondea a ojo de buen cubero, salen aproximadamente 150 al año. Es decir, aproximadamente tres veces a la semana, un avión comercial cualquiera en algún sitio del mundo, "se cae". No sólo eso, en los últimos diez años ha habido una media de 23 accidentes con víctimas mortales al año, aproximadamente uno cada dos semanas.

La mayoría de la gente se asombra al escuchar estos números ¿Pero no era tan seguro volar? ¡Qué no cunda el pánico! Pongamos estos números en perspectiva. Hay que tener en cuenta que nos aproximamos cada vez más a cuarenta millones de vuelos anuales (las dos gráficas que pongo a continuación son copiadas de 1001Crash; parte de los datos al menos están sacados de este informe de la Boeing). Como se puede ver en la primera gráfica, tanto el número de vuelos comerciales (en verde) como el número total de horas de vuelo de esos aparatos (en naranja) ha ido creciendo linealmente desde 1970.



Sin embargo, el número anual de accidentes mortales mortales por cada millón de vuelos (la línea negra) ha ido descendiendo año tras año. Y el número de pasajeros fallecidos anualmente en accidentes de avión (las barras moradas), se mantiene constante (teniendo en cuenta que cada vez vuela más gente, eso es también en cierto modo una reducción)



Es decir, de unos 30 millones de vuelos, 25 sufren accidentes mortales y de 500 a 1500 personas morirán anualmente en accidente de aviación. No es un consuelo si te toca a tí, lo sé, pero al menos yo, llegado este punto, decidí asumir el riesgo... Sobre todo porque si me pongo a hacer números reales como ahora sobre las otras alternativas que tengo para viajar (el coche, el tren, los autobuses de línea...) seguro que salen más mal parados que el avión. Con estas cifras es más posible que me toque el Gordo de Navidad un par de veces a que termine mis días en esos choques tremendos que pueblan las portadas de periódicos y mis pesadillas.

Los aviones son también uno de los pocos medios de transporte en que no sólo son investigados los accidentes, sino también aquellas circunstancias peligrosas que se sale de lo común sin llegar a ser un accidente (lo denominan "incidentes"). Ante cualquier cosa que se salga de lo común la tripulación está obligada a dar parte, se estudia el problema. En la Aviation Safety Network tenéis de nuevo una copia de muchos de esos informes, de las conclusiones de la investigación (sean preliminares o finales). Si se deduce que se puede hacer algo para que no vuelva a ocurrir una situación parecida, se implementa. Lo demás, los retrasos por problemas técnicos, las cancelaciones, los vuelos que se tienen que volver a su casa nada más despegar porque se detecta un problema... forman parte de este entramado de seguridad que he comentado antes. Si nadie hiciese esas revisiones tan rigurosas, no habría casi incidentes, pasaríamos al accidente directamente.

Todo lo que he expuesto hasta aquí está muy bien, pero por supuesto, también hay puntos de mejora. Yo al menos creo en los organismos de la Aviación Civil, exactamente igual que creo en el método científico. Lo cual no quita que existan fraudes y problemas tanto en el segundo campo como en el primero. Os dejo con un enlace a palabras más sabias que las mías: cuando alguien ha expresado algo mucho mejor y con mucho más conocimiento que yo, merece la pena destacarlo cuando hablo del tema.

9 comentarios:

SuperWoman dijo...

¿Son imaginaciones mías o las barras moradas se ven ahora mismo tirando a rosa?
Un supersaludo

Dubidas dijo...

yo creo que a día de hoy y despues de lo ocurrido es más seguro volar qeu nunca. Despues de este tipo de accidentes tan horrendos es cuando las altertas estan a tope ,se mira con lopa toda alarma y se evitan cualquier riesgo.

De todas formas nos hemos enterado de todos los detalles y hasta de la profesion de cada uno de los pasajeros porque para los medios de comunicación los accidentes de avión son muy escandalosos, pero a fecha de hoy a muerto muchísima más gente en carretera y no se han hecho tantas investigaciones ni nadie ha comparecido, ni se han montado asociaciones.

Anónimo dijo...

SW, dos cosas: (a) Sigue siendo cierto que no puedes meterte en un tema sin hacer una tesis doctoral :) (b) Algún día deberíamos investigar, como dice dubidas, por qué los accidentes de coche mueven mucho menos que los de aviación... Haz otro post sobre ese tema, porfa...

Cris dijo...

Veo que por la exhaustiva información es un tema que te "toca" :-) Si te digo la verdad, Superwoman, yo voy al avión así como: si nos matamos pos nos matamos, solo que no me duela mucho! Pero lo mismo con el coche, eh! Y en otras situaciones. Es un poco pensar pues querido destino, aqui estoy en tus manos, no se si es mi día o, lo que es peor, el día de alguien de mi familia, pero ahí voy porque no hay vuelta atrás...

SuperWoman dijo...

Bienvenida al blog dubidas, la estadística lo que tiene es que es caprichosa... probablemente el origen de mi miedo a volar viene de un incidente que recuerdo todavía aunque era bastante pequeña: un avión tuvo un accidente cerca de Barajas y le decía un amigo a mi Superpadre, que a volar le tiene más miedo que yo, exactamente lo mismo que tú. ¿Adivinas? No tardó ni una semana en haber una torta aún peor en plena pista... Esa escena se me ha quedado grabada en la mente.

Yvi, no sé en cuantas páginas te ventilas tú una tesis, pero yo al menos empleé unas ciento cincuenta... seguro que si alguien conoce de verdad como va el tema de los aviones/aeropuertos me puede sacar los colores...

En cuanto a lo otro que comentáis los dos, está suficientemente probado y estudiado: se llama alucinación colectiva. Si cada fin de semana salieran las cifras de accidentes de tráfico no como salen sino en portada, con historias y panegíricos de todos los ocupantes del coche y la matraca que dan sobre seguridad o no seguridad que montan en cada accidente de avión... pues otro gallo cantaría. También, como dice el piloto del artículo que cito, el coche no despega del suelo. Por antinatural que sea ir a doscientos por hora, más antinatural es ir a más de mil y a once kilómetros del suelo, que se dice pronto. Es normal que la industria tenga que proteger su inversión vendiendolo como algo seguro.

Cris, ya he comentado alguna vez que mi punto de no retorno (ahora vuelo con respeto, pero sin pánico) fue el 11S... ese día comprendí que el avión bien puede caerte sobre la cabeza cuando estás tan tranquila en tu casa tomando un té.

Anónimo dijo...

Veo en tus exposiciones una formación, como la mía, ingenieril. No me es ajena ni tampoco las críticas que pueden suscitar. ¿Cómo es que siendo de ciencias nos salen tantas letras? Quizás porque tenemos y manejamos los datos aunque no sean esos los deseados. Se vive y se trabaja para la ignorancia que desea solo la noticia, la información. Sin más consecuencias.
Me recuerda esto un chiste muy conocido pero por si acaso te lo voy a relatar:

Había un señor paseando por el campo cuando de pronto se acerca, bajando del cielo, un globo aerostático. El que manejaba el globo le pregunta.
- Por favor. ¿Me podría decir donde estoy? Es que he quedado con un amigo para comer, no se llegar.
- Sí señor- le responde el que está en tierra- Está a 34º 24´N; 19º 51´W y a una altura de unos 25 metros.
El del globo le responde:
- ¿Usted es ingeniero, verdad?
- ¡Sí!, ¿como lo ha sabido?
- Porque me ha dado una información que técnicamente debe ser correcta pero a mi no me ayuda ni me sirva de nada. Sigo perdido y voy a llegar tarde.
- - …..
- ¿Usted debe ser político, verdad? - le pregunta el ingeniero.
- ¡Sí!, ¿como lo ha adivinado?
- Porque:
1. Está perdido y no sabe donde está ni por donde anda
2. Ha prometido algo que no va a saber ni poder cumplir
3. Se le da la solución y no sabe que hacer con ella
4. Y no sé porque extraña razón trata hacer que el culpable parezca que soy yo.

SuperWoman dijo...

Bienvenido al blog man... bueno, en realidad no soy ingeniera, sino una infiltrada (los bomberos de las ciencias, nos llaman, porque servimos para todo). Lo de soltar el rollo creo que me viene de serie (en realidad, siempre me explico más de la cuenta por la gente de letras... pero no sé si termino liandoles más y con las ramas no les dejo ver el bosque).

El chiste es muy bueno, lo habia escuchado parecido con físicos, químicos y matemáticos... lo indudable es que el de debajo del globo siempre es un político.

Un supersaludo

Jesús Alonso dijo...

Me da miedo volar, pero si me pongo en la ventana y veo el suelo estoy mucho mejor. Lo de las estadísticas no acaba de convercerme, (en este tema) a pesar de que se cuenta la historia kde un matemático que subió a un avión con una bomba porque las probalidades de que hubiera dos descendían vertiginosamente. Uno de cada siete humanos es chino, pero mi mujer tiene siete hermanos y ninguno es chino.

Alicia dijo...

Yo conocía el chiste en la versión en que el de tierra es un informático/consultor y el del globo es un jefe. :-D

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