Creo que es algo que nos pasa a todos los que un día nos fuímos de alguna parte. A esos que mi buena amiga Molly cariñosamente nos llama "los nómadas del s. XXI" o "titiriteros itinerantes". Periódicamente entras en una etapa en que sólo pareces ver lo negativo del país que te acoge, en la que te sientes mucho más que extranjero. En que sólo eres capaz de acordarte de la luz gris y mortecina que acompañó tus últimas semanas sin recordar aquellos momentos en que brilló el sol... y paralelamente recuerdas un cielo azul, idealizado, sin nubes y sin calor, en el que brilla un eterno sol de justicia...
Te plantéas qué es lo que te espera adelante, te haces preguntas e imaginas lo que sería tu vida si verdaderamente te atrevieses a darle la patada a todo y volver a empezar. En tu casa, en esa de siempre, donde verdaderamente has nacido y te has criado. Donde tus padres viven a la vuelta de la esquina, y los sábados y domingos hay tapas a media tarde, se come a las tantas y se cena aún más tarde después de una siesta.
Pero luego llega la realidad en forma de calor sofocante, tráfico fuera de lo normal, horas de atasco para llegar a cualquier sitio, amigos y conocidos que no pueden quedar contigo hasta casi las nueve de la noche porque están currando, de desaceleración acelerada y renovar integrando... y de repente me alegro de vivir en una ciudad donde los tranvías pasan puntuales, no se ven coches aparcados en doble fila (Supergirl aún intenta entenderlo) y los pisos bajos no tienen rejas en las ventanas.
Y comprendo que aunque nunca seré del todo de allí, también es demasiado tarde para ser del todo de aquí.
En fin, da igual, cualquier excusa es buena para poneros este video, ¿no?
Crisis/Crisis
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Este blog está sufriendo en estos momentos una crisis. Me he dado cuenta de
que no tengo tiempo para un proyecto tan ambicioso como el que quería, pero
p...
Hace 16 años
6 comentarios:
HOLA: Me encantò todo lo escrito en tu diario y, aunque no soy Argentina, el tanto del video està super porque esa mùsica es inconfundible.
Ahora lanzo un SOS, estoy inscrita en busqueda de apellidos alemanes, pero no he tenido suerte. Mi abuelo materno se llamaba Eduardo Kropp, o podrìa ser Krob, estuvo en Guatemala entre 1910-1918. Por vagos recuerdos que tiene mi madre, dice que era de Hamburgo. Podrìas darme alguna luz. Quizà existe algùn archivo oficial. Saludos.
Adily
Pues tenemos telepatía porque estaba preparando una entrada sobre ese tema de los que somos de un sitio y vivimos en otro y al final tenemos un lío en la cabeza enorme...
En Asturias decimos: la vaca no ye de donde nace, ye de donce pace... Y va a ser que es verdad.
Un saludo!
Uno de los temas más hermosos que jamás se hayan escrito, una auténtica preciosidad. En cuanto a ese desarraigo que narras, compa Superwoman, me cuesta trabajo entenderlo, por la falta de su vivencia (y me supongo que aquí la imaginación, por mucha que se le eche, no juega demasiado...). Mucho ánimo y "p'alante"...
Un fuerte abrazo y buena semana.
Es peor quedarse desaraigado sin siquiera haber salido... tengo el punto melancolico, tu al menos no estas sola.
Querida SW, no sabes cómo te entiendo; y si esa ciudad del retorno que describes es (lo supongo) Gallardongrado, pues te entiendo aún más.
Lo malo es cuando ese lugar que dejaste se asocia con un pasado (con lo bueno y lo malo), y el que habitas con un presente, por lo general muy difícil de desmontar ya; y el futuro no lo acabas de ver ni en uno, ni en otro. Abrazos, Am
Bienvenida adily... Te tengo que contar que yo estoy en el mismo caso que tú y la verdad es difícil saber por donde empezar sin una idea más concreta, aparte de que muchos archivos quedaron destruidos en la II Guerra Mundial.
Cris, de vuelta de vacaciones, eh... nos vemos en tu blog. Buenísimo el refrán, con acento astur y todo.
Manuel, me alegro de que no sientas en desarraigo, es causa de melancolía.
Silvia, todo se andará... tú vete pensando en qué lugar interesante de tu vida vas a hacer tu "año Erasmus"
Andrés, la ciudad en qué nací se ha convertido en la jungla... de volver a España creo que huiría de ella como de la peste.
Un supersaludo
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