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Sigo instalada en los "taitantos" y los abuelos siguen a hacer puñetas de aqui... Pero al menos el marido parece haber sentado el trasero, duermo algo por las noches y mi carrera laboral empieza a parecerse a algo. Lo que sigue siendo interesante es mi red de apoyo variopinta, internacional y virtual y las aventuras de la Superfamilia espero... Pasa y acomodate.

viernes, mayo 09, 2008

Algo me ronda la cabeza...

y se está empezando a convertir en una obsesión...

Empecemos por el principio. Parte de guerra de ayer: Supergirl empezó con la misma tos de perro que tenía ayer su Superhermano a eso de las dos de la mañana. Como resultado, la tuvimos que pasar a nuestra cama porque con los gemidos que estaba dando nos temíamos que terminábamos teniendo a la vecina del rellano de arriba de invitada de honor (sí, estas cosas también pasan en Alemania; efectivamente me la he encontrado hoy tendiendo la ropa y lo primero que me ha dicho es que le duele en el alma a la mujer como tosen mis niños). Noche toledana.

A las seis, no hemos podido ninguno ponernos en marcha. Yo tenía el día libre (había planeado organizar cosas para mi nueva vida pero me ha tocado hacer de enfermera) y Superman se decide a hacer "home office" porque mis Superpadres vienen de visita y sabe que con los dos Supernenes enfermos, uno de los dos se va a pasar el día neutralizado. Hasta ahí todo bien.

Pasamos más o menos bien la mañana y cuando estoy a punto de irme a reponer con una siesta junto al Superpeque de la noche toledana, me dice Superman: "Oye, ¿puedes traer la liendrera?" La hemos liado... hay algo que se mueve en el pelo de Supergirl. Tenemos una liendrera muy simple, de plástico. Se la paso por el pelo a los dos cuando aparece el cartelito de que hay epidemia en el Kinder... pero hasta el momento nos habíamos librado. El Supernene que ve que hay fiesta, me dice que de ir a la cuna, nones. Toda la familia entera encima de la cabeza de la Superniña, que canta encantada de la vida: "Tengo pipis, tengo pipis"... Varias pasadas, no aparece nada. Superman que jura que algo ha visto.

Volvemos a pasar por la zona en cuestión. Superboy se ha quedado dormido al final de pie, encima del sofá. Por fin aparece el bicho. Lo miramos con interés científico. Superman pregunta si sé cómo es un piojo. No tengo ni idea, hasta ahora hemos sido tipos con suerte, pero por si acaso, primero corro al baño a darle un entierro marítimo. Luego, gracias a Santa Wiki, patrona de los padres ignorantes e inexpertos, me doy el disgusto de enterarme de que tengo al enemigo en casa.


(La imagen la he tomado prestada del archivo de la UNE)

Desde entonces me he convertido en una experta sobre lo que comen, viven y respiran los malditos bichos. Me veo envuelta en una paranoia de peinar a todo el mundo con liendreras, mi casa huele a aromas exóticos (vinagre, aceite de bebés, permetrina...). Llevo puestas cuatro lavadoras a sesenta grados y aún me queda por poner alguna más. Y me estoy pensando lo de congelar los peluches de los Supernenes pero que muy seriamente. A pesar de todos mis esfuerzos y de que se que estamos practicamente limpios, no me deja de picar todo... puajjjjjjjj. La pediculosis es verdaderamente una de las pruebas de amor más grandes (junto con que te vomiten encima) por las que nos hacen pasar los Superenanos de la casa.

Al final el único consuelo es que no estoy sola en esta guerra (aunque no sienta las piernas, Manuel). Como puede ver el amigo Andrés, el tema de la Superpaternidad lo sigo teniendo también en activo.

10 comentarios:

SuperWoman dijo...

A día de hoy, a Supergirl ya no le quedan pipis en el pelo. Mi cabeza y la del Supernene llevan unos cuantos aclarados con vinagre. Y creo que por fin he encontrado la motivación para usar el paquete de tinte del pelo que compré hace un mes para las canas...

ingeko dijo...

yo también hice un master en pipiología. Este año como no, también los hemos tenidos de inquilinos, pero creo que ya los hemos exterminado, menos mal. ;-)

Anónimo dijo...

Una de mis obsesiones, a veces hasta sueño con ellos (claro que me ayudan los picores que tengo por mi descamacion primaveral y las preocupaciones varias).

Con el nuevo tinte, estarás guapisima. Me alegro de que la batalla esté ganada.

Anónimo dijo...

Por suerte logre superar mi infancia sin que ninguno de esos insectos se posaran en mi cabeza (al menos en la parte de infancia que recuerdo)

No hubiera resistido los aclarados con vinagre, no soporto su olor, y me hubiera pasado el dia pensando que mi pelo olía a vinagre.

Felicidades por haber sobrevivido a los bichitos y al vinagre ;)

un saludo

Miriam G. dijo...

Yo sólo pido que por favor si van a atacar a mi familia, sea para el curso que viene que en mi estado actual de nauseas continuas no podría con tantos olores...

Un beso,Miriam G.

Manuel Márquez dijo...

Pues sí, compa Superwoman, todo un parte de guerra (espero que, dados los muchísimos días que han transcurrido, la cosa ya haya remitido algo...). Y, por cierto, pues eso, que muchos días sin pasar por aquí, y tú sin actualizar. Espero que no sea por nada problemático...

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Superwoman, ¿los piojos os han dejado sin conexión? se te echa de menos :)

maite

Anónimo dijo...

Toc. Toc. Todo superbien por ahí, espero.

SuperWoman dijo...

Queridos mios, lo que me ha dejado sin conexion es la mudanza, sin conexion y sin nervios, pero eso sera un proximo capitulo en nuestras Superaventuras (esta vez siiiiii en ADSL).
Un supersaludo

Jesús Alonso dijo...

Los piojos son los únicos animales que nunca tienen piojos. Cierto es una prueba de amor. Ánimo con esto, con la tos, con las maletas,
y con lo de Hillary. ¡Que pa eso eres S.W

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