
Y solo con mencionar una palabra, seguro que sabeis todos de lo que estoy hablando: conciliación. Hoy me quiero unir a la iniciativa que hay por una conciliación de la vida familiar y la laboral.
Cuando leo las opiniones que suscita el tema al respecto en España, temo que a lo mejor es verdad eso que les decían a mis padres de que parezco de otro planeta:
* No puedo comprender a la gente que cree que eso no va con ellos, o que de la conciliación sólo se benefician las familias con niños... En realidad en casi todos los países un poco productivos de Europa lo que se entiende por conciliación es la vida personal y laboral. Casi todo el mundo tiene algo que hacer fuera del trabajo y de lo que se trata es de facilitar en lo posible que las dos facetas queden equilibradas. En muchas empresas existe el concepto de tiempo flexible: tienes un bloque central de horas en el que toda la oficina tiene que estar presente (y fuera de esos horarios no se pone ninguna reunión a no ser que se esté quemando la fábrica) y el resto del horario te lo organizas tú como quieras.
* No puedo comprender que los empresarios lo vean tan complicado: que si no encuentran gente para los turnos de tarde, que si la gente se queja de no poder coger julio y agosto... Siempre habrá algún estudiante, soltero o similar que le encuentre la gracia al asunto, que le venga bien hacer horas sueltas, en fin, que le resulte ventajoso ese horario que los demás no quieren. Yo me he pasado los mejores años de mi vida haciendo turnos raros hasta que llegaron los Supernenes y estaba encantada de la vida con ello: poder comprar sin agobios, viajes geniales al tercio de su precio en fechas punta... En fin que hay soluciones para todo, sólo hay que ponerse de acuerdo en ellas.
* No puedo comprender a los que ven a los hijos únicamente como un capricho de sus padres: de acuerdo en que son míos y por eso los aguanto y los educo yo, pero son la inversión de futuro de nuestra especie y como tal, espero que la sociedad tenga cierta consideración con ellos y conmigo (bueno, salvo aquellos tan lelos que piensen que es mejor la autoextinción). Ah y desgraciadamente en ningún país el coste laboral de tener hijos es cero. Simplemente, al tener una preocupación más en la vida no puedes dedicarte exclusivamente al trabajo.
En estos temas sigo pensando que lo necesario es tener una buena voluntad por las dos partes. En casi todos los puestos de trabajo en que he estado (y ya son unos cuantos en tres países) se ha dado esa buena voluntad. Desgraciadamente tengo que confesar que la excepción a la regla es España (donde una jefa de proyecto nos amenazó "en broma" si a alguna de las del equipo se le ocurría quedarse embarazada... teniendo en cuenta que estábamos todas por ETT, captamos la gracia al momento).
He subido la entrada con fecha de hoy para que aparezca actualizada en el blogrolls, porque el día cuatro me tuve que pegar a brazo partido con mi conexión de Internet y no hubo manera de que funcionara ni con esas... En cuanto vuelva a actualizar el blog, la pongo en su sitio correspondiente.