Durante los últimos diez años de mi vida se han dado una serie de circunstancias que me he empeñado en llamar "el gafe italiano", a pesar de que no siempre se ha tratado de cosas desafortunadas: el problema era que bastaba que decidiéramos que el destino de nuestras vacaciones ese año era Italia para que algo ocurriese (como ejemplo baste mencionar enfermedades varias, encontrar un trabajo y quedarme por tanto sin vacaciones, embarazarme con fecha de parto justo en esa semana...).
Pero esta vez hemos mandado el gafe a otro lugar y lo hemos conseguido. Y lo mejor de todo es que hemos podido ver Venezia como hace no tanto que pudimos ver París, con la suerte de contar con un guía local que nos ha llevado a conocer una parte de la ciudad en la que no se aventuran las guías de viaje, la Venezia para los no turistas...
De todas maneras, la huída al sur no fue tal, se ha pasado toda la semana nevando como tuvo a bien recordarme
Andrés en el último post.
Y sin más, ahí va lo que queréis ver todos:
* El obligado paso por los Alpes, en mi vida había visto tanta montaña junta... y por supuesto, de la nieve no nos libramos...

* Cena en un restaurante chino... el curro que se tiran en la preparación de los platos, es de idem...


* Cuando dije que la casa de mis parientes parecía un museo la buena mujer se lo tomó a mal... si para mí sólo hay un sitio mejor que los museos... No me digáis que no es una pasada poder dormir en un cuarto así:


* Mamá, tenías razón, las calles son de agua...


* Turista o no, SB las hizo correr de firme, una de las pocas ocasiones en que él andaba por otro lado...

* Los niños son niños, pasan de turismo...

* Si hijo, sé que la paloma te parece más interesante, pero ¿has visto la catedral tan grande que hay al lado?

* De góndola nada, los venecianos de verdad van en vapporetto

* Lo único trucado en esta foto es la cara de mi pariente... No, nieve no nos faltó, un día y dos noches enteras cayendo. La peor nevada en Venezia en los últimos cinco años.

* Sipe, nieve hasta a nivel de Laguna

* Y por supuesto, no sólo Venezia... los alrededores son monumentales y además bastante desconocidos... mercadillos de pueblo y todo, como corresponde a una buena visita local.



* Y mi hijo al final escaló en los Dolomitas en la vuelta, algo con lo que nuestro anfitrión se quedó con las ganas de enseñarnos...


* No, de verdad que no nos hemos librado de la nieve en todo el viaje...

Veredicto: me he quedado con ganas de más...