Gracias a Armandillo en "bebés y más" llego a un vídeo del que había oído algo, pero que aún no había visto. Estoy segura de que alguno de vosotros conoce ya a la persona que ocupa mi entrada de hoy (ha sido tremendamente popular en USA en los últimos dos años), pero por si acaso alguno aún no ha escuchado hablar de él, creo que merece la pena que se presente él mismo, nadie puede hacerlo mejor:
Increíble, ¿no? Ya estoy llorando como una Magdalena (como aquella chica del jurado de Paul Potts, otra de esas historias edificantes de la que os vuelvo a poner el link porque sé que al ser vacaciones, sé que muchos de vosotros os lo perdísteis y es también una historia bonita).
Pero volviendo a Randy Pausch, una de las cosas que más me llama la atención de todo este video (que es un extracto de una clase magistral de más de una hora que Randy Pausch dió en la Universidad de Carnegie Mellon: el enlace está en inglés pero a poco que lo entendáis, os recomiendo la conferencia entera o que busquéis una traducción al español) es su actitud ante lo que yo entiendo como una de las mayores frustraciones que te puede traer la vida. Salvo la idea de perder un hijo, creo que nada me resultaría tan horrible como tener que dejar a los míos tan pequeños, con tantas cosas por hacer. Y por lo que me llama la atención es porque siempre estoy escuchando que no hay que darle a los niños todo lo que piden, que hay que imponerles muchas cosas, que hay que educarles de manera estricta, que tienen que aprender a superar la frustración, que las privaciones forjan el carácter... y este hombre parece hablar de todo lo contrario: de una infancia feliz, de unos padres que le permiten pintar en las paredes de su cuarto, que mantienen una relación de gran cariño con él (si algún día, Supergirl o Superboy pueden hablar sobre mí como habla Randy sobre sus padres, eso es que he conseguido mi objetivo principal en la vida).
No, no estoy sosteniendo que haya que tener con los niños una actitud de permisividad absoluta, pero tampoco creo que una infancia en un ambiente cuartelario consiga por sí misma el efecto deseado. Creo que los niños, día a día, tienen muchas oportunidades de sentirse frustrados: primero, no les entendemos e intentamos dormirles cuando lloran porque tienen el pañal sucio; después comprenden que no pueden tener nieve en pleno verano, o no pueden salir a la calle a dos grados bajo cero y sin chaqueta en pleno invierno; tienen que irse a la cama, ir al colegio, prácticamente vivir al ritmo que les marcan sus padres; con el tiempo irán a la escuela y descubrirán que no son los mejores del mundo en futbol o baloncesto, que no podrán ser estrellas de cine o de la canción, que no son los más inteligentes; un día sus padres o sus abuelos morirán... me parece que no es necesario añadir eslabones artificiales a esta cadena de frustraciones.
Randy Pausch murió víctima del cáncer en julio de 2008. Creo que su mujer y sus hijos tuvieron la suerte de tener una persona así, un ejemplo cercano de entereza a su lado. Y la técnica moderna les presentará la imagen de su padre, cuando puedan comprender exactamente todo lo que implica lo que dice... no suplirá su ausencia, pero al menos es algo.
En cuanto a mí, sigo aprendiendo día a día a tolerar mis frustraciones. Cada vez que me entren las tentaciones de ser Eeyeore, que es lo que soy por temperamento natural, creo que voy a volver a ver este vídeo.
Crisis/Crisis
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Este blog está sufriendo en estos momentos una crisis. Me he dado cuenta de
que no tengo tiempo para un proyecto tan ambicioso como el que quería, pero
p...
Hace 14 años