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Sigo instalada en los "taitantos" y los abuelos siguen a hacer puñetas de aqui... Pero al menos el marido parece haber sentado el trasero, duermo algo por las noches y mi carrera laboral empieza a parecerse a algo. Lo que sigue siendo interesante es mi red de apoyo variopinta, internacional y virtual y las aventuras de la Superfamilia espero... Pasa y acomodate.

viernes, enero 28, 2011

La madre (que parió al) tigre

Supongo que a aquellos que tenéis hijos en casa por algun u otro periodico os habrá llegado eco del libro que esta haciendo furor en EEUU, "Himno de batalla de la madre tigre. No me he leido el libro, aunque probablemente lo haré porque me parece interesante. Pero sí que he estado reflexionando mucho sobre su contenido y sobre las distintas opiniones que ha suscitado el libro en los comentarios de foros y blogs.



El "método chino" tiene muchas cosas que funcionan y otras que no. Desde luego, estoy segura de que sin esfuerzo, no se puede conseguir la excelencia. Pero sin incentivos e iniciativa tampoco. Tampoco estoy de acuerdo con la autora, que dice que nada te resulta divertido si no lo haces bien. Tengo dos ejemplos de primera mano para afirmar que eso no es cierto, los dos completamente opuestos: SM es un "culo inquieto", en el momento en que algo se le da bien pierde la incentiva para seguir con ello, lo que le gusta es la fase de aprendizaje. Yo tengo claro que hubiera sido mucho más buena de haber elegido una carrera puramente de letras, puesto que mis condiciones naturales se adaptan también a este tipo de estudios. Pero no me gustaba: prefiero ser una científica "del montón" a ser notario y morirme del asco porque no me gusta...

Por otro lado hay que entender el libro de la señora Chua (y por extensión, la educación de las madres chinas, enfocada al éxito y orientada hacia el esfuerzo y la perfección) tiene que ser entendida desde el punto de vista de la concepción asiática de la vida (en Asia, la mentalidad de grupo y el sentido del deber son incentivos tan poderosos como el deseo de éxito individual en el mundo occidental) y la adaptación a un nuevo universo usando los referentes que uno se trae de casa. Normalmente por ello, la segunda generación de emigrantes llega bastante alto: heredan la capacidad de esfuerzo de sus padres y la posibilidad de ascenso en las sociedades a las que llegan. Y esas madres y esos hijos tienen en mente sólo la idea de asegurarse un buen puesto en la sociedad de recepción. Eso es lo que hace el método, brutal como pueda parecer, funcione. Lo que no creo es, que como se sugiere en algunos comentarios del blog de "El País", que la evidente ascensión económica china en estos momentos tenga que ver con su particular método educativo, sino que es producto de la combinación de la política que gastan y la permisividad conque aceptamos medirlos por unas reglas distintas a las que usamos con nosotros, a cambio de la rebaja en el precio (nuestra culpa, pero esto es en realidad materia para otra reflexión en los próximos días).

Dicho esto, no creo que esa forma de educación sea aceptable en el caso de la segunda generación, puesto que ya tienen asegurada una cierta posición en la sociedad que los recibe y han aceptado muchos de sus patrones culturales. Falta ese incentivo para hacer del método a ojos de los educandos algo aceptable. Saben que la falta de capacidad no es algo "deshonroso" y que tienen una cierta capacidad de elección. La autora del libro reconoce que con su hija pequeña el experimento no funcionó (y dentro de lo que cabe, como dicen en el "New York Times", la rebelión de la menor, en un mundo donde los jóvenes se autoagreden de tantas maneras diferentes parece poca cosa).

Por resumir, esfuerzo sí pero me quedo con la más greco-romana tradición de que "en el término medio está la virtud".

Y el título de la entrada viene a cuento de que en cuanto escuché esta noticia me acordé de un chiste de el humorista Eugenio que me hacía muchísima gracia de niña (mira que han pasado años), sigo pensando que es uno de los mejores que contaba y representa perfectamente la idea del shock cultural:

Saben aquel que dice que es un niño japones que viene aqui a España a estudiar, entra en un colegio. En eso que el maestro le dice a los alumnos dice: niños, habeis podido comprobar que hay un niño nuevo en la clase, este niño es japones. Se llama Suzuki. Espero que seais buenos compañeros. Tened en cuenta que este niño ahora se encuentra en un pais extraño, para el claro, demostrad la hospitalidad que tenemos los españoles hacia los que vienen de fuera a pesar de que sean japoneses. Y ahora, vamos a empezar la clase. Vamos a ver niños, ¿quien dijo y en que año estas palabras?: "Llora con lagrimas de mujer lo que no supiste defender como hombre". Y en eso que el japones levanta el dedo y le dice el maestro: ¿tu lo sabes Suzuki? ¿Quien fue? Diu la madre de Boahdil, Granada, 1492. Y dice el maestro: muy bien. A esto que se oye la voz de un niño que dice: la madre que pario a esos japoneses. Dice el maestro: ¿quien dijo eso? Diu: el general McArthur, Pearl Harbour, 1943.


Por cierto, este otro también me parecía buenísimo:

2 comentarios:

Titajú dijo...

Había puesto otro comentario, pero no aparece. Si luego lo encuentras, borra el que te parezca mejor.
Dice la buena señora que las mamis occidentales somos gallinas cluecas: hasta a las mamis tigresas he visto mirar, embelesadas, como sus retoños retozan y juegan.
En su libro no habla de premios, de risas, de felicidad: sólo de trabajo, trabajo y nada de juegos.
Allá ellos. Serán los primeros pero, ¿sabrán ser felices?
Será muy lista, pero en felicidad suspendió fijo.
No seré yo quien le compre el libro.

Ciudadana C dijo...

He leído tu entrada, y voy a opinar cuando tenga un minutín, pero de momento, te escribo para decirte que tienes un regalín en mi blog!! jeje

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