Por si acaso todo el mundo no entiende la referencia a los malvaviscos (marshmallows), la explico. Se trata de un estudio sobre psicología llevado a cabo en los 70 (y desde entonces repetido y confirmado por diversas fuentes). En el estudio, niños de corta edad (tres a cinco años) eran dejados a solas con un dulce. Se les decía que si querían se lo podían comer, pero que si esperaban a la vuelta del investigador sin darse ese placer inmediato, recibirían otro dulce más como premio... Vamos, algo así
El resultado es que aproximadamente un tercio de los críos realmente pudieron dominar sus instintos más primarios y esperar. La sorpresa surgió cuando años después el investigador principal descubrió por casualidad que aquellos niños que habían retrasado la gratificación de comerse el dulce, también tenían mejores expedientes académicos, mayor rendimiento y menos conflictos sociales.
Yo estoy segura de que soy de las que hubiera esperado, porque de siempre he sido responsable de narices. De hecho, todavía me paso la vida mirando el malvavisco y planteandome si darle un mordisco de narices o esperar a otro momento por si consigo más rendimiento todavía de él. Vamos, que de cortoplacista tengo poco... no soy una gran estratega, pero siempre estoy pensando en el futuro, en un futuro que a estas alturas, tampoco tengo garantizado que me llegue (aunque sé que lo más probable es que me quede todavía la mitad de mi vida por delante).
¿A qué viene toda esta defensa del largo plazo? A que en realidad no tengo tiempo para llevar este blog, pero estoy segura de que en el fondo, la inversión en tiempo que os hago cada semana no deja de ser un bálsamo para este castigado espíritu que me acompaña últimamente. Bueno, y supongo también que para justificar que me voy a comprar una cámara reflex porque quiero intentar hacer algo más creativo en mis ratos libres. Llega un momento en que hay que empezar a comerse el dulce. De un tiempo a esta parte, con crisis y todo, estamos haciendo una serie de gastos que no dejan de ser pequeños lujos (y no somos precisamente consumistas, ni derrochones, creedme, como ejemplo os escribo desde un sobremesa que tiene la misma edad de SG y eso teniendo en cuenta que el ordenador en esta casa es una pieza que recibe mucho uso). Mirar excesivamente a largo plazo también puede tener como último resultado que tú termines criando malvas mientras otro se come tu marshmallow.
Crisis/Crisis
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Este blog está sufriendo en estos momentos una crisis. Me he dado cuenta de
que no tengo tiempo para un proyecto tan ambicioso como el que quería, pero
p...
Hace 16 años
8 comentarios:
Qué gran verdad SW... el largo plazo se acorta con la edad dear y empiezas a pensar que la vida es demasiado corta como para estar haciendo planes sin disfrutar el presente!!!
Por cierto, tú sí que eres un bálsamo para mi cuando te leo :S Kisses!!!!
Qué grande el estudio...
Yo soy del largo plazo también, definitivamente. Soy incapaz de tomar una decisión sin pensármela un par de meses. Pero mis notas en el cole eran una mierda :(
Martes, maja, me informa tu blog de que ahora solo podemos entrar por invitacion... no sabia como autoinvitarme pero aprovechando que sigues por aqui...
Y puestos a hablar de blogs boicoteantes, ayer deje un mensaje de media pagina en el tuyo, CC, diciendo que mandes la dieta a la m... y por lo que veo, del mensaje no existe ni rastro...
Un supersaludo
¿Sabes qué? Que yo habría guardado un trozo de malvavisco (pequeño) para el futuro, porque el presente no me lo quita nadie, y en el futuro pueden ocurrir varias cosas:
a) que no llegue (yo)
b) que se pudra el malvavisco
c) que me lo manguen
d) que se lo coma el perro (en mi casa, lo mas probable)
e) que descubran que tengo colesterol, hipertensión, sobrepeso... y me lo prohíban
f) que me den un premio por no haberlo comido.
De todas esas opciones, sólo la última es valida, y yo por solo una opción no voy a dejar de disfrutar el presente.
Cómete el malvavisco, cómprate la cámara y disfruta, que la vida son dos días, y no hemos nacido para sufrir.
Qué alegría, compa Superwoman, comprobar que tu retiro es retiro ma non troppo (al menos, nos dejas alguna golosina, aunque sea esporádica...). Sobre el tema, buff, no sé; no me queda muy claro qué es lo que reivindicas, si la satisfacción inmediata (y puntito culpable) o la demora responsable (y puntito chunga y sufriente), supongo que una mezcla de lo uno y lo otro, o algo parecido al punto medio (ése que todo el mundo tiene muy claro lo bien que está, pero que nadie sabe dónde hay que colocar...) entre lo uno y lo otro. Yo, personalmente, no lo tengo nada, nada claro. Eso sí, siempre me acuerdo de lo que una vez, sobre algo más o menos conectado con esto, me dijo una psicóloga: si te lo vas a comer para disfrutar, te lo comes; si no, mejor lo dejas, aunque te cueste y te duela. Y, aunque difícil de traducir (y más difícil aún de ejecutar...), no fue mal consejo, no...
Un fuerte abrazo y buena tarde.
Que bien esta reaparición!
Claro que sí, yo creo que siempre hay un término medio. Ni siempre cortoplacistas, ni siempre largoplacistas. Así que por qué no cometer de vez en cuando algún ¿exceso?
Una cámara reflex me parece una inversión a largo plazo estupenda, ahora sí, es el inicio de un largo camino que te conducirá a otros ¿excesos?
Por primera vez tengo la impresión de que nos hemos entendido perfectamente, Ju ;)
Manuel, por ahí también va la cosa, estoy intentando aprender a vivir sin sentirme culpable de estar viva. Y el tema en sí surgiño tras una discusión sobre el impresentable "vayase usted a Laponia" de la patronal... (porque esto no es Laponia, pero creo que SM y yo andemos por aqui tiene que ver con nuestra tendencia a no ver el malvavisco delante de nosotros).
Decidido, Pili, el mes que viene es mi cumple y cae la camara con dos objetivos.
Un supersaludo
Yo estoy totalmente de acuerdo con titajú :-D
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