Tengo que aprender a pasar...

... de expertos malayos que no hay modo humano de formar en tres días...
... de jefes de proyecto malayos, que aún no han confirmado si en dos semanas tengo trabajo allí o no (que no hablamos de la vuelta de la esquina, precisamente)...
... de Superboy, que me monta pollos cada vez que lo llevo al colegio y así no hay manera de llegar puntual a ningún lado...
... del mecánico que me ha tenido esperando tres cuartos de hora cuando más prisa tenía...
... de mi desorganización (he tardado en encontrar mi USB-stick toda la mañana)...
... de clientes que quieren una cita para ¡YA!...
... de querer ser un circo de tres pistas con animación incluída...
... en una palabra, de mi maldito perfeccionismo...

porque me voy de vacaciones, sí, y no quiero llevar más equipaje que las riquísimas galletas que hay debajo y que he preparado con los Supernenes para el vuelo. Voy a hacer una ruta por media España y me voy a encontrar otra vez con algunos amigos. Voy a descansar, tomar el sol y recuperarme del machaque de estos meses, que como dice mi madre, da pena verme en el espejo.



Nos vemos en unos quince días más o menos.