Ayer mismo SM y yo (que somos unos frikis de cuidado) nos entreteníamos viendo la publicidad del nuevo lanzamiento de Apple y pensábamos dos cosas: que el concepto es genial pero para nosotros llegan tarde (puesto que la Superfamilia, en un renovado intento de no perder los papeles y organizarse a pesar de tener una de las peores conexiones en el mundo civilizado, hace tiempo que le vendió el alma a otro diablo) y que al anuncio le faltaba un poco del carisma del padre de la criatura.
Así que leer hoy en la prensa que ayer perdió la batalla contra el cáncer (sí señores, se llama cáncer no "una larga enfermedad") me ha llamado más la atención todavía.
Mi Supermadre me dijo una vez que hay que tener mucho cuajo para hablar mal de un muerto y aparte de que no lo tengo, hay poco o nada de malo que decir. A pesar de que no me gusta el concepto de software cerrado que tiene Apple, entiendo las razones que subyacen a su decisión empresarial. Y aunque no sea usuaria de casi ningún producto de la manzanita (*) he de agradecerle a Jobs su talento para mejorar tendencias, para establecer conceptos creativos y a título personal, las mejores horas pasadas en el cine en los últimos veinticinco años de mi vida (es uno de los padres, o más bien padrino, del proyecto Pixar).
No voy a integrar (pero sí pongo dónde podéis encontrarlo) el famoso discurso de graduación en Stanford. Cualquiera puede ponerse delante de un grupo de estudiantes y soltarles una lista de topicazos semejante. Lo que hace el discurso de Jobs diferente es que él siempre permaneció hambriento de creatividad, dispuesto a probar, aplicando lo aprendido y volviendo a sentir la curiosidad de un principiante combinada con su brillantez y la experiencia. Por eso hoy la noticia del día es ésta y no otra.
(*) iTunes es la excepción que confirma la regla)
Crisis/Crisis
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Este blog está sufriendo en estos momentos una crisis. Me he dado cuenta de
que no tengo tiempo para un proyecto tan ambicioso como el que quería, pero
p...
Hace 16 años
7 comentarios:
Yo no critico al muerto pero sí al circo montado en torno a su muerte. Jobs no era ni un filántropo ni un defensor de los derechos humanos, sólo el poderosa director de una poderosa corporación, y hoy se le ha venerado como si fuera Gandhi. Aunque admiro el famoso discurso en Stanford y la manera en que este señor sacó a Apple de sus cenizas... no sé, las cosas que escuché hoy en la radio me dieron un poco de miedo. ¿Un día nos arrodillaremos ante el mercado como si fuera una religión?
Yo, que soy de Apple hasta que se me caigan los dientes postizos (cosa que espero me pase dentro de 175 años), tampoco lloro su muerte.
Estoy un poco harta de esos circos mediáticos que montan los medios de comunicación cuando quieren endiosar a alguien, por lo que todo lo que digan me resbala olímpicamente, exactamente lo mismo que con cualquier otro astro, ya sea del fúltbol, de religión, de filantropía... de lo que sea. Me gustan las personas de carne y hueso, las que de verdad, para mi, significa que su muerte me arranca un pedacito de alma. Los demás, descansen en paz y, sobre todo, que me dejen en paz a mi.
Creo que no es mucho pedir.
Bueno, tampoco me hagas mucho caso. Hoy tengo un día especialmente turbulento.
No, Martes, Jobs no era un filántropo pero es posiblemente uno de los padres más carismáticos de la revolución tecnológica del siglo XX, que fue el ordenador de sobremesa. La histeria de la prensa no me parece normal, en los últimos años, pero "llorar" a este hombre me parece más acertado que llorar a Lady Di, por ejemplo.
Ju yo acabo de tener una bronca monumental con SM, mañana tengo un proyecto con el que no sé conque me sorprenderá el cliente y me está viniendo casi seguro la regla... así que no te preocupes que me solidarizo con tu turbulencia, que no con tu iPad.
Un supersaludo
Está claro que en tu comparación sale ganando Jobs sobre Lady Di :) Pero yo estaba pensando más bien en su archienemigo Bill Gates. Soy tan fan de Microsoft como de Apple (es decir, indiferencia absoluta), pero creo que Jobs simplemente vendía una imagen de sí mismo, mientras que Gates no vende sino que hace: tras llegar a ser el hombre más rico del mundo, ahora está empleando su fortuna en ayudar a los demás. Por ejemplo, contra la malaria, y de manera más efectiva, por lo que he leído, que ciertos organismos internacionales. Y sin embargo, no es su faceta más conocida...
En fin, que está claro que se ha muerto un gran hombre, simplemente me quejo de hasta qué punto el márketing y la imagen son algo importante en nuestras vidas :)
No tengo un ipad, tengo un Mac del siglo pasado. concretamente tiene siete años, pero me es comodísimo.
Ha muerto alguien joven y con talento. Ni más ni menos. Y me da igual que se llame Steve o Don Nadie, es una lástima. Obviamente no podemos lamentar la muerte de quien no conocemos, pero estos casos son un toque de atención para que comprendamos, que a veces todo el dinero del mundo no vale para nada, y que lo más valioso que tenemos es nuestra salud.
Jolines, qué profunda a estas horas de la noche.
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